Jaime Lavín: "En vez de desgastarse en tratar de predecir, los inversionistas deben enfocarse en la gestión de riesgos, y prepararse para su materialización"
Director del Diplomado en Gestión de Acciones UAI Corporate- Bolsa de Santiago vislumbra un 2019 marcado por una alta incertidumbre económica.
18 de enero de 2019
La desaceleración del crecimiento de los países desarrollados (OECD), la evolución de la política monetaria en EE.UU. y la guerra comercial entre ese país y China darán pie a un 2019 "caracterizado por una alta incertidumbre económica y una alta volatilidad en los precios de los activos financieros," señala el profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez y director del Diplomado en Gestión de Acciones que UAI Corporate imparte en alianza con la Bolsa de Comercio de Santiago, Jaime Lavín. "Como los activos financieros se anticipan a la dinámica económica, veremos altos y bajos en los precios de los principales activos financieros, siendo las acciones, monedas y commodities los más afectados cuando las expectativas de los agentes estén desalineadas de los desempeños económicos de los principales países y regiones", afirma. El profesor Lavín cree, también, que el exceso de endeudamiento de países, empresas y personas ha sido un catalizador de crisis financieras. "Asimismo, en el caso de países emergentes, el impacto de un posible contagio generado por una desaceleración económica o una crisis de deuda es aún mayor. Esto por cuanto somos mercados más riesgosos que estamos expuestos al apetito por riesgo de los inversores globales –el que se mueve a la inversa de la volatilidad; y a los vaivenes de los precios de los commodities, que a su vez se ven afectados por la dinámica del dólar a nivel global y por el crecimiento." En el caso de Chile, dice el académico, afecta el crecimiento de nuestros socios comerciales, "por su impacto en las exportaciones y en el precio del cobre, y la política monetaria de la Reserva Federal, entre otros factores." En este escenario incierto, es más necesario que nunca que los inversionistas y agentes cuenten con altos niveles de conocimientos prácticos de inversión. "En un escenario económico y financiero donde es casi imposible hacer predicciones certeras, los inversionistas deben ser capaces de diagnosticar los riesgos financieros a los que están expuestas sus inversiones, y deben en consecuencia, gestionar los riesgos financieros de sus activos y pasivos. En vez de desgastarse en tratar de predecir, deben enfocarse en la gestión de riesgos, y prepararse para su materialización", explica el profesor Lavín.