“El Constitucionalismo en el Nuevo Milenio: Formas de Subversión del Orden de Género” fue el encabezado de la actividad organizada por la Facultad de Derecho que trajo a la experta en el tema sobre constitucionalismo y género, Ruth Rubio, hasta la Sala Naranja de la Sede Errázuriz de la UAI en pleno proceso de cambio constitucional en Chile.

Durante una hora y media, este lunes 9 de enero, la profesora en Derecho Constitucional de la Universidad de Sevilla, dictó una conferencia en la que expuso las desigualdades constitucionales que han sufrido las mujeres a lo largo de la historia y la forma en que éstas se revirtieron.

El primer paso fue histórico. Rubio utilizó la evolución de los sistemas constitucionales liberales de EE.UU y Europa para ejemplificar la manera en que las instituciones disminuyeron el rol de la mujer en la sociedad. A modo de ejemplo citó una sentencia del juez Bradlee de la Corte Suprema de EE.UU de 1873.

“La organización familiar fundamental de las ordenanzas divinas, así como la naturaleza de las cosas, define la esfera doméstica que obedece propiamente al ámbito y funciones de lo femenino. La armonía, por no decir la identidad de los intereses y puntos de vista que pertenecen y deben pertenecer a la institución familiar, es contraria a la idea de que la mujer desarrolle una profesión independiente y distinta a la de su esposo“.

Según Rubio existió una coincidencia entre el auge del modelo de familia-cabeza de familia, en el que un sueldo alcanzaba para mantener a un clan. Los cambios recién empezaron a producirse después de la Segunda Guerra Mundial, siendo uno de ellos la inclusión del sufragio femenino.

“En las democracias contemporáneas lo que vimos es que el campo de visión se está expandiendo significativamente y se está prestando atención a la igualdad de la mujer no sólo en el mercado laboral, ni limitada a la igualdad formal”, aclaró Rubio.

La también profesora de la Global Law School Facultty de la Universidad de Nueva York, destacó tres ámbitos en los que la equidad de género ha avanzado en términos legales: la paridad en las cuotas de género (participación equilibrada de mujeres y hombres en las decisiones de poder); constitucionalismo y cuidado (hacer partícipe al hombre en las tareas domésticas y cuidado de niños) y matrimonio igualitario.