Filantropía en Chile: legislación e incentivos tributarios, dos obstáculos para donar

29 de Noviembre 2019 Noticias

En 2017, las donaciones representaron el 01% del PIB del país. En EE. UU, fueron el 21%. «En el país faltó preocupación por el otro. Si hubiéramos levantado la mirada, ser generosos, no estaríamos pasando por esta crisis que tiene mucho de rabia”, dice Arístides Benavente, socio de retail Komax, al analizar las causas del estallido social. Al también presidente de la Fundación Patagonia de Aysén no le gusta la palabra filantropía pues la encuentra “soberbia”, pero cree que uno de los puntos claves que explican la actual crisis “es dedicarse a acumular riquezas y beneficiar solo a los cercanos”. Y esto se traduce en la falta de aporte desde quienes tienen más a los que tienen menos que se refleja, por ejemplo, en la escasa filantropía. Acciones que sacó a relucir el presidente de Sofofa, Bernardo Larraín, al proponer que para enfrentar la crisis hay que “multiplicar la filantropía y profesionalizarla” ¿Cuánto se dona en Chile? Según el Centro de Filantropía e Inversiones Sociales de la UAI (CEFIS), las donaciones cayeron desde US$188 millones en 2014 a US$183 millones en 2017 (al tipo de cambio de hoy), cerca de 0, 1% del PIB. En Estados Unidos, lo donado representó el 2, 1% del PIB en 2017. Mientras en junio de este año solo el magnate Warren Buffett donó US$3. 200 millones a la beneficencia, en el CEFIS reclaman que en Chile no solo es poco el monto sino que incluso los datos son difíciles de recopilar. Su directora Magdalena Aninat sostiene que entre los donantes activos predominan las grandes empresas, las fundaciones familiares y los ciudadanos de entre 35 y 54 años. “No solo se trata de comparar cifras. También son culturas diferentes; únicamente basta ver el nivel de voluntariado de países como EE.UU. También hay muchas trabas burocráticas y de legislación. Hacer donaciones en Chile no es fácil ni amigable. Existen más de 90 normas diferentes y, salvo excepciones, los aportes son castigados con altos impuestos, lo que hace ineficiente y poco atractivo el sistema”, comenta Aninat. Aunque algo ha pasado. De las 120 fundaciones registradas en Chile, 44% fue creada hace menos de 10 años. Entre ellas destacan las vinculadas a familias empresariales como Luksic, Ibáñez o Matte, entre otras (ver infografía).

Principales obstáculos Si un chileno quisiera donar la mitad de su patrimonio a un fin benéfico, no podría hacerlo. ¿Por qué? Según Marcela Garay, socia de Alcaíno Abogados, “toda donación de una persona jurídica o natural debe ser sometida al conocimiento de un juez en un proceso llamado insinuación. Además, una persona no puede testar libremente su patrimonio, pues la ley considera resguardos para sus herederos como hijos o nietos. Y en este caso, no puede donar más de un cuarto de su patrimonio. A diferencia de EE.UU. , en Chile no hay incentivos para donar a personas que no sean tus parientes”. Pero hay un tercer problema tributario: que la autoridad castigue la donación como gasto rechazado. “Una donación que no se acoge a ningún régimen especial, debe pagar impuestos. Y si esa sociedad quiere donar, ese puede ser un gasto rechazado y contar con un impuesto de castigo de 40%, lo que lo hace aún más engorroso”, dice Garay. Lo óptimo es una ley única de donaciones, añade. Víctor Hugo Puchi, empresario y miembro del equipo de la fundación de Amigos de los Parques, coincide en que los modelos de control son claves para destrabar las donaciones. “Si las donaciones no son parte de los negocios que uno hace y no buscan generar renta, deberían ser permitidas con mayor facilidad. Queremos que el proceso sea más fácil para aportar a la naturaleza, ala educación, para que nuestros jóvenes tengan más arraigo y no tengamos que vivir más episodios de violencia como los que estamos viviendo hoy”.

*Por Sergio Sáez F, La Segunda – 29 noviembre 2019.

Redes Sociales

Instagram