Recorrer 2.500 kilómetros en siete días a través del desierto más árido y con mayor radiación del mundo. Ese ese es el gran desafío de la Carrera Solar de Atacama, la primera de América Latina con vehículos solares y la más compleja a nivel mundial. La competencia, que se realiza en nuestro país desde 2011 y en la que participan alumnos de distintas universidades, tendrá por primera vez, en 2018, participando a un equipo de la UAI.

El equipo UAI, conformado por estudiantes de Ingeniería Comercial, Periodismo, Diseño e Ingeniería que lidera con 9 integrantes, competirá en la categoría híbrido-solar biplaza. Actualmente, los jóvenes están enfocados en el diseño del auto, en la búsqueda de auspicios y en reunir los fondos necesarios para construir un vehículo solar capaz de recorrer 2.500 kilómetros en siete días, a partir de energía solar en una ruta que se extiende de Santiago a Arica. Por la complejidad del desafío la carrera exige que, además de contar con al menos dos pilotos, cada equipo cuente con un capitán, un sub-capitán, un encargado de seguridad, un encargado de baterías y un vehículo escolta, entre otros.

“Históricamente, esta competencia la ha ganado el equipo con menos fallas eléctricas y mecánicas. Para lograr esto, es necesario contar mucho tiempo para poder probar el vehículo”, señala Nicolás Fraser, uno de los alumnos de Ingeniería Civil en Energía y Medio Ambiente que compone el equipo UAI.

Como parte de la actividades que han realizado para prepararse para la carrera solar, los jóvenes se reunieron con integrantes de equipos participantes de las distintas versiones de esta competencia. Gracias a ello han podido identificar que, por ejemplo, los baches que se encuentran en la ruta de la carrera y la distancia que debe recorrer el vehículo solar provocan algunas fallas a las cuales se pueden anticipar. Por ello han estudiado la ruta detenidamente, realizando los cálculos ingenieriles pertinentes para no tener que enfrentar contratiempos.

Joaquín Fernández, también de Ingeniería Civil en Energía y Medio Ambiente, añade que “además de la construcción del vehículo estamos desarrollando una serie de protocolos para la carrera que ayudarán a la toma de decisiones de manera rápida y efectiva. Además, esperamos pronto definir a los pilotos para comenzar el entrenamiento físico lo antes posible, ya que no es nada fácil pedalear en el desierto con un vehículo de aproximadamente 300 Kg“.

El desafío es grande, pero a pesar de las dificultades, los estudiantes están confiados en las capacidades que el equipo tiene para ganar y superar todas las adversidades que presentará el desierto.

Fundación Electromovilidad

Joaquín y Nicolás junto a compañeros de las carreras de Ingeniería Civil Mecánica, Ingeniería Civil Industrial e Ingeniería Civil en Informática, conformaron además la Fundación Electromovilidad UAI la que -indican- “más allá del reto de la carrera, busca motivar y educar a jóvenes impulsando el desarrollo del transporte sustentable. Este primer proyecto es sólo el comienzo de algo mucho más grande”.

Y es que los autos solares son una realidad. “Este año Sono Motors lanzó el primer vehículo solar cuya única limitante es su autonomía, ya que sólo puede recorrer 30 km con energía del sol. Es por eso que es híbrido y se puede cargar como cualquier auto eléctrico aumentando su autonomía hasta 250 km”, señalan a modo de ejemplo los estudiantes de Ingeniería.

El equipo de la UAI que participará en la Carrera Solar de Atacama está conformado por:

• Joaquín Fernández – Ingeniería Civil en Energía y Medioambiente
• Nicolas Fraser – Ingeniería Civil en Energía y Medioambiente
• Andres Sylvester – Ingeniería Civil en Energía y Medioambiente
• Pedro Brahm – Ingeniería Civil en Energía y Medioambiente
• Felipe Donoso – Ingeniería Civil en Energía y Medioambiente
• Sebastian Opazo – Ingeniería Civil en Energía y Medioambiente
• Gonzalo Barros – Ingeniería Civil Mecánica
• Catalina Araya – Ingeniería Civil Industrial
• Alonso Burgos – Ingeniería Civil en Informática
• Sofia Wenborne – Diseño
• Damian Harding – Ingeniería Comercial
• Josefina Pavez – Periodismo