En un repleto salón de la Sede Errázuriz, este jueves 17 de marzo fue el lanzamiento del libro “¿Por qué obligan los contratos? Justificación normativa de la obligatoriedad del vínculo contractual” del académico de la Facultad de Derecho, Esteban Pereira, quien actualmente realiza un Doctorado en Filosofía del Derecho Privado en la Universidad de Girona, España. 

El trabajo, que según el autor contribuye a reivindicar la relevancia del derecho privado y repensar y actualizar sus discusiones y estudios dogmáticos, fue presentado por Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales y Carlos Pizarro, profesor de derecho civil, en la misma casa de estudios, además de la Universidad de Chile.

Carlos Peña comenzó alabando el trabajo del profesor Pereira porque “la pregunta que se hace el libro no es un asunto que suela inquietar a los civilistas, ellos lo dan por supuesto” y más tarde continuó “es obvio que los juristas cuando alegan no están preocupados de las causas sino de las razones que las partes pueden esgrimir bajo las reglas”, haciendo referencia con ello a la importancia de justificar normativamente la obligatoriedad que subyace en los contratos.

También sostuvo “con una gran inteligencia mantiene un estilo fundado en razones y rechaza los factores externos para contestar la pregunta del libro. Al autor le espera un futuro brillante en el desarrollo de la filosofía del derecho”.

Más adelante, Carlos Pizarro, especialista en derecho civil, comentó “la pregunta que se hace el profesor Pereira es obligatoria para estudiar la teoría del contrato pero creo que hay que trasladar la pregunta del porqué al cuándo obligan los contratos”, a lo que también agregó palabras para alabar el trabajo del académico en la confección de su libro.

Consultado por la motivación de su trabajo, Pereira comentó, “el libro busca abordar una problemática que debería ser una preocupación indispensable tanto para estudiosos como estudiantes de derecho. La cuestión no es tanto si acaso los contratos obligan, cuanto determinar por qué obligan y si es razonable que, a partir de ese fundamento, sigamos considerando que deban ser así: obligatorios. Lo paradójico es que no existían trabajos previos que se ocupen de esto y me pareció que este silencio dogmático significaba un enorme desafío para concentrarme en la obligatoriedad del vínculo contractual”.