La Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez premió a sus alumnos ayudantes más destacados en la Ceremonia Anual de Premiación de Alumnos Ayudantes 2019, que se llevó a cabo el miércoles 06 de enero vía zoom.
En la ocasión, se entregó un reconocimiento a 14 alumnos, por su valiosa labor realizada como ayudantes durante el 2019. Los estudiantes premiados obtuvieron las mejores evaluaciones docentes en sus respectivas áreas, por lo que se les envió un diploma a su domicilio con un regalo.
Los estudiantes premiados son ayudantes de distintas áreas de la Escuela de Negocios, tanto del campus de Santiago como de Viña del Mar:
María José Pizarro, ayudante de Contabilidad III
María Isidora Fuica, ayudante de Contabilidad I
Daniela Montes, ayudante de Licenciatura Macroeconomía Intermedia
Sergio Fuenzalida, ayudante de Estrategia y Teoría de Juegos
Felipe Cisterna, ayudante de Finanzas II
Camila Silva, ayudante de Gestión y Personas
Tomás Aguilera, ayudante de Gestión y Personas
Maite Sánchez, ayudante de Macroeconomía I
Renato González, ayudante de Organización Industrial
Javier Contreras, ayudante de Marketing II
Karina Macchiavello, ayudante de Marketing II
Agustina Hoces, ayudante de Taller de Introducción a los Negocios
Camila Bugueño, ayudante de Taller de Emprendimiento
Catalina Vergara, ayudante de Gestión de Operaciones
Un camino inesperado
Una de las alumnas ayudantes premiadas durante la ceremonia fue Agustina Hoces, quien empezó en este camino de manera inesperada. “Al profesor al que le acepté la propuesta fue debido a que una amiga era su ayudante y al profesor le faltaba otra. Ella me preguntó si me tincaba ser ayudante, a lo que respondí entusiasmada que sí. Me pidieron mis notas generales y nada, el mismo día estaba frente a 45 alumnos tomando un control. Creo que ha sido una de las veces en que he estado más nerviosa.”
Agustina cuenta que jamás pensó que sería una de las ayudantes con mejores evaluaciones docentes, “pero estoy completamente feliz y orgullosa del reconocimiento. Los ramos en los que yo hago ayudantía (TIN y TEM) se dan en primer año, por lo que creí necesario mostrarles confianza a los alumnos y hacerles entender que nosotros estamos para ayudarlos y no perjudicarlos. Además, creo que el tiempo que dediqué a las ayudantías no solo los ayudó a ellos a lograr los objetivos del ramo, sino que también a mí a crecer como persona. Suena cliché, pero es verdad. Establecer relaciones interpersonales en términos docentes es totalmente distinto y más lejano, pero se puede hacer una mezcla para que los alumnos se sientan en confianza para decirte lo que piensan de algunas cosas del ramo y que uno como ayudante pueda tratar de brindarles el apoyo que necesitan. Esto último creo que es lo más importante y que debe compartirse, porque la idea no es que en primer año se espanten, sino que tengan un viaje seguro y entretenido, para que así puedan disfrutar del ramo y entender la importancia de éste en la malla.”
Para el 2021, Agustina pensaba darse un semestre libre de ayudantías, “pero me di cuenta que es lo que me encanta hacer. Me gusta que los alumnos lo pasen bien en el ramo que estoy siendo ayudante y que le vean la importancia a éste. A futuro me encantaría ser parte del equipo docente y potenciar el emprendimiento, porque es uno de los ramos que caracteriza a la Universidad Adolfo Ibáñez.”