El valor de una cultura ética y de buenas prácticas

7 de Septiembre 2021 Entrevistas

Si hay algo que le apasiona a Lorena González, Contador Auditor de la Universidad Andrés Bello, es estudiar. Siempre está buscando cursos, diplomados y especializaciones para aprender sobre nuevos temas y actualizar sus conocimientos. De hecho, este fue el motivo que la llevó, en 2019, a tomar el Diplomado en Compliance Corporativo, perteneciente a nuestra Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez.

“Si bien buscaba una especialización en gestión de riesgo de fraude, quería algo que abarcara otros temas, y el de la UAI me pareció muy completo, ya que también contemplaba contenidos sobre cómo funciona y se relaciona el gobierno corporativo. Aspectos normativos relevantes de la actualidad y que guardan relación con las labores en las que me desempeño”, afirma la profesional.

Asimismo, le gustó mucho el horario, ya que se desarrolló los días viernes y sábado, posibilitando la compatibilización con su trabajo y la vida familiar.

Fue así como inició el programa, del cual destaca su plantel de académicos/as, ya que afirma que todos eran de primer nivel y las clases muy dinámicas. En este sentido, Lorena resalta el ramo “Herramientas y tendencias prácticas para el compliance” compuesto por distintas clases y temas, tal es el caso de Protección de los Derechos del Consumidor, Ética, Empresas Familiares, Protección de Datos Personales, entre otros muy contingentes. “Estos contenidos son muy necesarios para el desempeño diario. En mi caso, trabajo en una unidad de cumplimiento donde se ven temas normativos, por lo que puedo aplicar lo aprendido”, comenta.

Otro ramo que le gustó mucho fue el de Sostenibilidad y Gobierno Corporativo, que guarda relación con la estructura, los objetivos y su función en la organización, asimismo la relación existente entre sus participantes. “Antes de cursarlo no tenía claridad suficiente sobre los intereses que existen entre los participantes y, por ende, la importancia del buen funcionamiento de un gobierno corporativo, las herramientas para mantener un adecuado equilibrio y el hecho de mantener buenas prácticas en una organización”, destaca la exalumna.

Ampliando miradas

Un aspecto clave que resalta la titulada es la generación de redes, ya que la mayoría de sus compañeros era de profesión abogado y, por lo tanto, cuenta que fue muy enriquecedor escucharlos y aprender también de ellos. “Creo que entre todos se generaba una dinámica muy enriquecedora, al mismo tiempo que este tipo de actividades siempre permite compartir buenas y mejores prácticas”, asegura.

En relación a lo aprendido, la profesional especifica que “si llevo los conocimientos a la práctica, hay un módulo llamado ‘Fraude Corporativo’, relacionado con efectuar el levantamiento de matrices que permitan gestionar el riesgo de fraude, tema en el que me he especializado. De este modo, tuve la oportunidad de efectuar el levantamiento de dichas matrices, pero está vez incorporar los más relevantes a nivel corporativo, lo que incluye a todos los participantes de la organización”. Esto- asegura Lorena- la hizo ampliar su mirada de lo que se puede cuestionar respecto de cómo se administra una organización.

Además, el programa la hizo ver el Compliance desde una arista más preventiva, “como vengo del mundo de la auditoría, el cual siempre se encuentra relacionado con las revisiones, fiscalizaciones y hasta sanciones aplicables, aprendí que se hace fundamental establecer una cultura preventiva de cumplimiento, ética y de buenas prácticas”, finaliza la analista senior.

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