Todo nació a principios de marzo, cuando el académico de la Facultad de Artes Liberales, Rodrigo Escribano, comenzó a dictar el ramo “Naciones y nacionalismos” que se imparte dentro de los  cursos disciplinares que representan la clausura del ciclo que todos los alumnos de nuestra universidad inician con el Core Curriculum.

“Me di cuenta de la calidad argumentativa y de la pasión que transmitían los estudiantes y les propuse realizar ensayos de temática libre relacionados con las grandes preguntas del curso y que al finalizar podíamos armar una propuesta de publicación con los mejores trabajos”, explica el académico UAI.

El objetivo de esta propuesta era doble: Por un lado, armar reflexiones originales sobre el papel que los nacionalismos han tenido y tendrán en el contexto actual de crisis de la globalización y de cuestionamiento del Estado-Nación, y por otro, aprovechar la oportunidad para fomentar una dinámica de trabajo grupal e interdisciplinar con  estudiantes de psicología, economía, derecho, periodismo e ingeniería con la meta común de formarse en materias humanísticas.

“Así, sus respectivos itinerarios disciplinares se vieran enriquecidos con un conocimiento profundo de los códigos, las normas, las relaciones de poder y las tradiciones que le dan forma al mundo en que vivimos”, explica Escribano quien cuenta que se formó en el Instituto Universitario de Investigación en Estudios Latinoamericanos (IELAT), que profesa una filosofía muy similar.

Los alumnos que participaron de este dossier son: Camila Almonacid de la Cruz, Marcelo Barría Ringele, Felipe Cartagena Pérez, Fernanda De la Fuente, Carla Díaz Alegría, Ignacio Fernández Cuadra, Rodrigo Mojica Rico, Geraldine Rivas Gutiérrez, Carlos Santelices Navarro y Tomás Wellmann Navarrete.

El académico afirma que los artículos tienen como denominador común la crisis del Estado-nación y el auge de los nuevos nacionalismos los ensayos y estuvieron profundamente condicionados por el contexto de pandemia. “Si bien queríamos vislumbrar el futuro de los Estados nacionales en un planeta cada vez más interconectado, más movedizo y más aparentemente sediento de universalismos, nos conjuramos para emprender un viaje de ida y vuelta al origen del fenómeno nacionalista”, reflexiona Escribano.

El profesor del Core explica que la pandemia hizo que los nacionalismos del pasado cobraran nueva vida y eso dio el contenido para los artículos del dossier: “Cada Estado nación siguió planteando la guerra en solitario, las organizaciones internacionales veían reducidas a benignos avisadores desprovistos de poder de acción. Las esperanzas de los ciudadanos se enfocaron en los gobiernos y las administraciones que seguían siendo las únicas instancias que podían poner a funcionar unos sistemas sanitarios que se nutrían de las maltrechas arcas nacionales”.

Para Escribano el resultado no puedo ser más satisfactorio: “Construimos un verdadero laboratorio de investigación, en el que un conjunto de estudiantes escribieron ensayos que responden perfectamente a los paradigmas y preocupaciones del prolijo campo de estudio que aborda a las naciones y los nacionalismos”.

Asimismo sostiene que el trabajo tuvo una pluralidad importante de enfoques disciplinares y de preocupaciones individuales y demuestra que los estudiantes de la UAI formados en el Core tienen la madurez intelectual y la capacidad investigativa suficiente como para aportar conocimientos valiosos en un campo tan especializado y exigente como el de los estudios en torno al nacionalismo.

Debido a su calidad, el dossier fue publicado en Papeles de Discusión, revista académica editada por el Instituto Universitario de Institutos Latinoamericanos de la Universidad de Alcalá que como indica Escribano, busca sacar a la luz dossiers que se caractericen por abordar temas de interés público desde una mirada académica e interdisciplinar: “La revista ha destacado por su éxito divulgativo y por la calidad de sus números monográficos”.

A juicio del académico, el dossier no se puede explicar sin el programa Core Currículum en donde  se aprovecha la interdisciplinariedad y el espíritu participativo que es consustancial a este modelo. “Creo que demuestra que la UAI no se está limitando a formar a buenos profesionales, sino también a pensadores capaces de interpretar en términos complejos el mundo cambiante e incierto en el que vivimos y preparados para transformarlo a mejor”, reflexiona.

Lee el dossier completo, aquí.