El nuevo rol de las comunicaciones: mediación digital

Entendiendo la comunicación como una disciplina científica que estudia cómo se hace comunidad, el Design Thinking – que es un grupo de metodologías que pone a las personas en el centro de los procesos de diseño – se incorpora las comunicaciones y se convierte en una herramienta que ayuda a entender las relaciones entre seres humanos, pero también los vínculos entre los artefactos tecnológicos y las personas.

Con la intención de conocer los distintos modelos de Design Thinking, la Escuela de Comunicaciones y Periodismo junto al DesignLab UAI realizaron un workshop que contó con la presencia de Carolina Pino, académica del DesignLab y Directora del Centro de Interfaces Emergentes UAI (CIE), y Samantha Shorey, investigadora asociada al Tactile and Tactical Design Lab , en el que se discutió el rol de las personas en procesos de diseño que están in-visibilizados por el proceso tecnológico principal.

Para entender más sobre el Design Thinking y las comunicaciones, Luis Santana, académico de la Escuela de Comunicaciones explica que “en el workshop se explicaron diferentes modelos de Design Thinking y se discutió sobre el importante rol que tienen algunas personas en esos procesos y que está in-visibilizado por el proceso principal. Por ejemplo, todos reconocemos a quienes llegaron a la Luna y la tecnología del Apolo 11. Pero son muy pocos quienes saben que para llegar a eso se debieron diseñar circuitos que luego se debían “tejer” a mano con alambre por mujeres que tenían experiencia en tejido”, comenta.

Los ejercicios que dirigió Samantha Shorey les permitió a los alumnos y profesores reflexionar sobre las innovaciones como un cambio conectado a muchos sistemas fuera del de la tarea principal. Así, pudieron reconocer que cuando una persona automatiza un proceso, esa automatización impacta a muchos otros componentes de esos sistemas. “Ella nos impulsó a ser empáticos, a pensar en quienes se van a ver afectados negativamente por los procesos que estábamos automatizando y luego tratar de – creativamente – buscar alternativas que entreguen valor a esos afectados. Es muy interesante que cuando se hace ese ejercicio y se piensa en el bienestar de las personas, incluso el mismo proceso automatizado mejora”, explica Luis Santana.

Ahora, ¿cómo se relaciona esta metodología con el periodismo como tal? El académico explica que “los expertos en comunicación deben ser expertos en observar e interpretar el entorno, deben ser capaces de evaluar cómo se afectan los vínculos que existen entre las personas al estar en contacto, pero también poder evaluar la influencia y vínculos entre los artefactos tecnológicos y las personas. Las herramientas de los comunicadores son muy útiles para todo el proceso de digitalización y automatización”.

La forma en que las personas se comunican hoy hace tener más presente estas metodologías, todos los tipos de organizaciones requieren expertos en comunicación, desde ministerios hasta grandes empresas, ONGs y pequeños negocios, todos necesitan interactuar con sus clientes de forma online, en este contexto, Santana añade que “los profesionales de la comunicación deben empezar a revalorar el nuevo rol de mediación que tienen en este siglo. Quizás ya no entre las elites y los ciudadanos, sino entre los artefactos tecnológicos, los nuevos arreglos institucionales y las personas”.

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