El Grupo de Estudio Lenguajes y Materialidades (GELM) y el Magíster en Literatura Comparada de la Facultad de Artes Liberales de Universidad Adolfo Ibáñez realizaron un conversatorio virtual en torno al libro Lenguajes y Materialidades: Trayectorias Cruzadas, editado por los académicos Pedro Moscoso-Flores y Antonia Viu (Santiago: RIL Editores, 2020).
En la instancia, moderada por Diego Rossello, profesor asociado del Departamento de Filosofía de la UAI, tres especialistas, Florencia Garramuño, profesora plenaria de la Universidad de San Andrés; Héctor Hoyos, profesor asociado de la Universidad de Stanford, y Sebastián Wiedemann, cineasta experimental e investigador, presentaron sus comentarios sobre la publicación que incluye artículos de académicos que pertenecen al Grupo de Estudio de Lenguajes y Materialidades de la Universidad Adolfo Ibáñez.
El libro que incluye textos de los académicos Diego Rossello, Borja Catro-Serrano, Cristián Ceruti, Antonia Viu, Marcela Drien, Pedro Moscoso-Flores, Patricio Azócar, Fernando Longás, Hugo Sir, Nicolás Román, Gonzalo Bustamante, Andrés Tello, Andrea Kottow y Cynthia Francica busca introducir una serie de reflexiones y problemas referidos a las trayectorias e intersecciones entre lenguajes y materialidades. Las diversas narrativas que componen los textos agrupados en la publicación constituyen la evidencia de que las agotadas categorías del pensamiento moderno se han tornado insuficientes para dar cuenta de la complejidad de los fenómenos que aquejan la vida contemporánea. La valía crítica de este libro proyecta su potencia en torno a una preocupación metodológica con tintes experimentales, que busca a través del acto de escritura forzar los límites del pensamiento heredados en torno a aquello que ha venido organizando históricamente las posibles relaciones entre lenguajes y materialidades.
A juicio de Héctor Hoyos, “la materialidad y el lenguaje como objeto de estudio es muy claro y fértil, abriendo un importante campo de investigación. Entendiendo que materialidad y lenguaje no son polos que hacen parte de un continuo y eso es algo que se trabaja con mucho cuidado a lo largo de los artículos. El libro le da peso y valor al catálogo de RIL y me parece interesante este giro idiomático y lingüístico de dar peso cuando uno efectivamente trabaja entre los lenguajes y la materialidad”.
Antonia Viu, una de las editoras de la publicación explicó que este libro es “un esfuerzo súper grande de todos los que estamos en estos temas, de pronto desafiar sentidos comunes con los que se batalla día a día, pero creo, estamos todos en el ejercicio común de sentir la necesidad de nuevas formas de imaginar y para poder imaginar distinto se necesita hacer entrelazamientos distintos y este libro es un esfuerzo en este sentido. Esta publicación tiene una textura que está dada por toda la materialidad de los discursos disciplinarios con los que hemos estado lidiando como grupo para poder llegar a decir algo que nos convoque a todos juntos, para poder generar un idioma común que es muy difícil, pero creemos que ahí hay un esfuerzo que es súper necesario hacer”.
Por su parte, Pedro Moscoso-Flores señaló que el “espíritu de este proyecto, más allá del libro, sino que del grupo, que hemos ido armando a pulso, sin muchas pretensiones tampoco, un grupo de colegas-amigos que decidimos juntarnos a conversar y discutir a algunos autores, algunos textos, también sintiendo esta idea de sensación de no poder respirar y esa sensación de no poder respirar digamos que se da en un quehacer que es cotidiano, habitual y que trasciende por mucho este contexto de pandemia. Es decir, algo que ya estaba presente de alguna manera, entonces creo que el espíritu de lo que nosotros hemos hecho con los encuentros tiene que ver con eso y siempre con la idea de poder abrir, poder dialogar y conversar, poder ir generando estas discusiones disyuntivas que potencian y nos potencian y también el giro crítico que nos permite preguntarnos acerca de cuáles son esos criterios o principios a través de los cuales podemos renunciar a algo”.