En su primer Informe de Política Monetaria (IPoM) de 2020, el Banco Central reveló el complejo escenario que vivirá la economía chilena en el marco de las repercusiones causadas por el Coronavirus. De esta forma, el ente rector proyectó para el presente año una importante contracción del PIB, pronosticando que la economía local decrecerá entre 1,5% y 2,5%, muy por debajo del rango estimado en el IPoM anterior (diciembre 2019).

Para contrarrestar lo anterior, el BC anunció la decisión de recortar la Tasa de Política Monetaria (TPM) hasta su mínimo técnico de 0,5%.

Sobre esta y otras proyecciones dadas a conocer recientemente por el ente regulador, Juan Pablo Medina, economista y académico de la Escuela de Negocios UAI, señaló estar de acuerdo con el recorte a 0,5% en la TPM, medida que argumentó anteriormente dentro del Grupo de Política Monetaria, del cual forma parte. “Es bueno el énfasis del Banco Central sobre que las presiones inflacionarias de mediano plazo van a la baja. Esto ayuda a explicar que el alza que puede tener la inflación en los meses venideros -producto de la depreciación del peso- será transitoria, en un contexto en el cual la actividad y demanda estarán sustancialmente deprimidas durante este año”, declaró.

“También es adecuado tener un discurso que la TPM se quedará en niveles mínimos por un tiempo prolongado. Esto ayuda a que cuando el paquete fiscal entre en marcha, tenga un efecto mayor y más duradero en la economía. Sin embargo, estos impulsos monetarios y fiscales sólo podrán amortiguar la contracción económica que se está materializando. Habrá que mantener un enfoque flexible para la conducción de la política monetaria y fiscal en una situación excepcional como la que estamos experimentando. Es importante que el BC siga implementando medidas no convencionales que faciliten la provisión de liquidez y crédito en el mercado financiero”, añadió.

En opinión de Alejandra Marinovic, académica y economista de la Escuela de Negocios, en tanto, “el Banco Central está haciendo su trabajo, pero no es suficiente”.

“El empeoramiento drástico de las perspectivas del ente emisor, si bien con un componente transitorio importante, muestran la preocupación de los mercados. En mi opinión, los elementos más dolorosos para las familias son el aumento del desempleo y la caída de la inversión, que determina nuestra capacidad de recuperarnos rápidamente. Es indispensable evitar efectos más permanentes en nuestra economía. Junto con las acciones del Banco Central, resulta crucial el rol del Ministerio de Hacienda y de las autoridades económicas internacionales”, argumentó

Revisa el último IPoM del Banco Central AQUÍ.