Hoy, 23 de abril, se celebra el Día Internacional del Libro y del Derecho de Autor, fecha elegida por la Unesco ya que ese día los escritores Miguel de Cervantes, William Shakespeare, Inca Garcilaso de la Vega, entre otros reconocidos autores, fallecieron.

Si bien la Real Academia Española define el libro como “un conjunto de muchas hojas de papel u otro material semejante que, encuadernadas, forman un volumen” y leer como “pasar la vista por lo escrito o impreso comprendiendo la significación de los caracteres empleados”, su significado para los lectores tiene un valor invaluable.

La lectura para muchos tiene un valor invaluable, tal como lo destacó el Premio Nobel de Literatura, Mario Vargas Llosa, en su discurso pronunciado en la UAI al ser nombrado Miembro Académico Honorario: “Tener buenos ciudadanos no es tener ciudadanos dóciles, sino insatisfechos, capaces de inyectar a esa realidad los movimientos,  transformaciones y reformas. Si no queremos tener sociedades de autómatas, con ciudadanos movidos por los hilos de un dictador, necesitamos tener  una sociedad de buenos lectores, de buena literatura que crea ciudadanos que saben que el mundo está mal hecho y que puede ser mejor”.

Esa idea de Vargas Llosa,  es la misma que inspira  a la UAI en su plan formador, con un modelo único en Chile, basado en la Artes Liberales, donde junto con entregar la formación profesional y especializada, incorpora el desarrollo de habilidades propias del siglo 21 que, entre otros aspectos, promueven la capacidad de reflexión y pensamiento crítico de los estudiantes, así como también respuestas innovadoras a un mundo de cambios vertiginosos.

“Los libros tienen un rol central en la formación de todos los estudiantes de la UAI y ¿cuál es el sentido?, no hay otro más que buscar las grandes preguntas, reflexionar en torno a los grandes temas que nos afectan a todos como seres humanos y todo ello lo encontramos en los textos que otros grandes han escrito en el pasado”, señala el decano de la Facultad de Artes liberales, Francisco Covarrubias sobre el programa Core Curriculum: conjunto de ocho asignaturas que todos los alumnos de pregrado deben realizar, independiente de la carrera que hayan elegido, donde desarrollan una experiencia de aprendizaje común, centrada en un ejercicio sistemático de discusión y reflexión en torno a las expresiones filosóficas, artísticas y científicas más relevantes de la historia de Occidente.

Aquí invitamos a diversos miembros de nuestra comunidad, quienes desde sus distintas áreas y sus miradas interdisciplinarias, rescatan el valor de la lectura:

• Andrés Gomberoff, Facultad de Ingeniería y Ciencias: “Como Homo Sapiens tenemos una enorme posibilidad de escape que es nuestro cerebro. Entonces, nunca estamos tan encerrados. Nuestro cerebro también nos permite conversar con la gente más inteligente del mundo, y no solo eso, sino que de todos los tiempos, a través de los libros. Entonces, si ya estás aburrido en el zoom con tu amigos, puedes agarrar un buen libro y conversar con gente de todas partes”.
• Bárbara Fuentes, Escuela de Comunicaciones y Periodismo: “A los libros se llega con hambre, por necesidad. Hambre de saber más, de conocer historias, la vida de otros o sus puntos de vista, de tratar de entender algunas cosas y dar sentido al caos. Hay libros que han logrado desarmarme por completo”.
• Macarena Roca, Facultad de Artes Liberales: “este es buen momento para dedicarnos un poquito a la vida contemplativa, a cultivar algo del intelecto, a hacernos grandes preguntas sobre nosotros mismos y el mundo que nos rodea, a escuchar a nuestros semejantes en profundidad y para eso la lectura es la actividad maestra”.
• María Paz Hermosilla, GobLab UAI: “Los libros son una fuente interminable de entretención y distracción. A mí me encantan las novelas históricas porque me transportan a otros países y épocas. Adicionalmente, los libros tienen una ventaja sobre otros tipos de diversión porque además desarrollan el vocabulario y la comprensión lectora, elementos relevantes para desarrollarse con éxito en el mundo laboral”.
• Esteban Pereira, Facultad de Derecho: Leer importa irremediablemente un riesgo. Buena parte de lo que leemos suele transparentarnos. Los libros invaden nuestros compromisos, creencias y asunciones más afianzadas, a veces confirmándolas, a menudo poniéndolas en entredicho. La lectura supone, en verdad, un constante ejercicio de autocomprensión. Y es precisamente por ello que vale la pena tomarnos el riesgo de leer.
• Ezyo Neyra, Facultad de Artes Liberales: “Si alguna función podemos encontrarle a la lectura, es que quizá nos ayude a generar más empatía: cuando leemos, sobre todo cuando leemos literatura, vemos el mundo a través de los ojos de personajes que muchas veces provienen de épocas distintas, que tienen diferentes formas de ver el mundo, ideologías políticas o religiosas diversas, y esto nos permite ser conscientes de las diferencias y de que el mundo es mucho más amplio y complejo que el que nos rodea”.
• Carolina Pino, DesignLab: “Cuando uno quiere saber de un tema en especial y sobre todo serio, en estos días que estamos rodeados de fakenews, es bueno consultar siempre a los libros y a los autores que han dedicado su vida entera a investigar.  Por eso yo recomiendo siempre a los alumnos que lean, que busquen la fuente original. Que vayan al origen. Y eso siempre van a ser los libros más que internet”.
• Fernanda Díaz, Escuela de Psicología: “Para el desarrollo del cerebro es tremendamente relevante la lectura porque da espacio a la imaginación favoreciendo la capacidad de razonar, preguntarse, Y completar lo que el texto no describe plenamente. También respeta los tiempos personales, da espacio para la propia posición respecto de un texto que queda por completo en manos del lector. Creo que faltan instancias de fomento a la lectura, de darle el lugar que merece”.
• Verónica Ramírez, Facultad de Artes Liberales: “La lectura potencia la capacidad de concentración y la memoria, desarrolla el pensamiento analítico, la capacidad creativa, y de escuchar. Hay que fomentar la lectura, ya que al igual que nuestra musculatura que debe ser ejercitada para lograr resultados que perduren en el tiempo, pasa lo mismo con el hábito de leer”.