Despertar y promover el interés por investigar

4 de Julio 2017 Noticias

Investigar y Enseñar en la UAI

Profesor de Derecho Civil hace cuatro años en la Universidad Adolfo Ibáñez y Doctor en Derecho de la Ludwig- Maximilians- Universität München. Actualmente desarrolla un proyecto Fondecyt de Iniciación titulado “La buena fe contractual como potestad delegada dirigida” y adopta el desafío de incentivar a los alumnos de la Facultad de Derecho a seguir en la investigación.

“Tengo la convicción que en Derecho, la práctica profesional siempre demanda cierto nivel de investigación. Un abogado cuando enfrenta un problema de relevancia jurídica, cuando tiene un juicio, una asesoría corporativa o lo que sea, siempre tiene que investigar sobre el tema”, señala. Por lo mismo, en sus cursos introduce directamente herramientas que permitan desarrollar las capacidades investigativas y potenciar en sus estudiantes el interés por la investigación.

¿Cómo describirías las asignaturas que dictas en la UAI?

Las asignaturas que dicto corresponden a lo que tradicionalmente es la columna vertebral del estudio del Derecho, que es Derecho Civil. Es el ramo que tiene más cursos, ya que van de primero a cuarto año, además de los cursos de profundización en el quinto año. También en el examen de grado es una de las materias a evaluar. Entonces, es la base del conocimiento de todo abogado. No puede haber un abogado que no sepa Derecho Civil. Se trata del ordenamiento común y general de nuestra tradición jurídica, de modo que constituye la base del conocimiento de todo abogado.

¿Cuán alejadas están tus asignaturas de los temas de investigación?

Están completamente vinculados. Generalmente dentro del ciclo de Derecho Civil hago diferentes cursos que integran el derecho de obligaciones (cursos de actos jurídicos, de obligaciones, de contrato, de responsabilidad civil). Y mi investigación está completamente relacionada a eso. Hay una vinculación directa e inmediata.

¿Qué herramientas utilizas para que los alumnos relacionen la investigación con el curso?

Normalmente el curso se soporta en tres pilares: clases interactivas, lecturas y el control de esas lecturas, y el tercer pilar son los seminarios. Se hacen varios seminarios a lo largo del semestre, que consisten en dividir al curso en grupos pequeños, dinámica que está a cargo de un ayudante, se discuten casos, y después el alumno resuelve un caso grande para la casa y eso valora mucho la búsqueda, la incorporación de doctrina y jurisprudencia pertinente. O sea, que la resolución del caso supone una típica investigación a cargo de un abogado, dando cuenta de como funciona la praxis del derecho. Esa es la parte donde el alumno está directamente conectado con el fenómeno de la investigación.

¿Cuál es el desafío que tienes que enfrentar al formar investigadores?

En derecho, la práctica profesional demanda cierta investigación, y además está el alumno que egresa y se dedica a lo académico y a la investigación propiamente tal. Yo diría que de los alumnos que egresan en todas la universidades, la gran mayoría se dedica a la praxis profesional, y un muy reducido número se dedica a la academia, docencia de investigación. Entonces, el principal desafío es despertar y promover el interés en la investigación, como una alternativa a la praxis profesional.

Si tuvieras que crear tu propia universidad, ¿cuáles serían las características más importantes de tus académicos?

Un equilibrio entre teoría y praxis profesional. Es fundamental que el académico, no sea solo docente y que también sea investigador, que se relaciona críticamente con el derecho y el conocimiento. Yo creo que eso da un plus. El académico que también es un investigador y que sea una buena persona.

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