David Landau, experto en constitucionalismo: “El proyecto a largo plazo es hacer efectivas las promesas contempladas en la nueva Constitución”

27 de Abril 2022 Entrevistas Noticias

De visita en la Facultad de Derecho de la Universidad Adolfo Ibáñez (UAI) como parte del Fulbright Specialist Program se encuentra David Landau, experto en teoría constitucional y constitucionalismo comparado y profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad Estatal de Florida, EE.UU.                    Landau, quien conoce de cerca los procesos constitucionales que se han desarrollado en América Latina, ha publicado trabajos en journals destacados como California Law Review, University of Chicago Law Review,  International Journal of Constitutional Law y Harvard International Law Journal, entre otros. Desde 2012 ha sido editor de ICONnect, el prestigioso blog del International Journal of Constitutional Law. Ha publicado artículos de opinión en el New York Times y Los Angeles Times.

Durante su paso por la UAI, David Landau dictará el curso de especialización “Comparative constitution-making” en la mención de Derecho Público del quinto año de derecho y ya se ha reunido con académicos en los campus UAI de Peñalolén y Viña del Mar, así como como con convencionales para intercambiar ideas sobre el trabajo de la Convención. Aprovechamos esta visita para entrevistar al profesor Landau y conocer su visión del proceso constituyente chileno, sus características y los desafíos que se vienen.

-¿Qué destaca del proceso constituyente chileno y cuáles son, a su juicio, los principales desafíos para la instalación de una nueva Constitución?

Actualmente creo que hay al menos dos grandes desafíos para la Convención. Uno es la implementación. Cuando el texto esté escrito quedará mucho trabajo por hacer. Al parecer se formará un comité  para llevar a cabo la transición, que es la primera parte del proceso de implementación. El proceso de implementación podría ser complicado en el caso chileno  porque el texto está en manos de los miembros de la Convención y gran parte de su implementación estará en manos del Congreso y otras instituciones políticas. Debido a la composición de la Convención, cuyos miembros en gran parte no pertenecen a los principales partidos políticos, estos son dos grupos muy diferentes.

El otro desafío es la armonización. El nuevo texto será largo, como lo son la mayoría de los textos constitucionales que se encuentran actualmente alrededor del mundo. Incluirá más derechos y más disposiciones en detalle. La Convención está creando un procedimiento para asegurar que el texto final sea coherente y no contenga inconsistencias.

-¿Cuáles son las principales diferencias entre el proceso constituyente chileno y otros que han experimentado países de Latinoamérica?

Este es un proceso muy interesante e inusual en comparación con otros. Por una parte está el contexto: Chile está reescribiendo su Constitución desde un punto de partida democrático, en vez de un régimen de transición política. Y, si bien esto ha provocado situaciones complicadas y problemas significativos, no ha ocurrido ningún tipo de crisis política o social severa como las que usualmente desencadenan los procesos constitucionales en otras partes. Los procesos constitucionales en tiempos de relativa estabilidad política, son  muy excepcionales en términos comparativos.

En América Latina y en otras partes del mundo, han habido muchos procesos revolucionarios que se han desarrollado fuera de la institucionalidad legal y han habido procesos jurídicos controlados por personas que cuentan con información política privilegiada. El proceso chileno es una mezcla interesante entre estas dos características. Es altamente jurídico en su naturaleza, pero al mismo tiempo la Convención está conformada por actores independientes; no es solo un reflejo de las fuerzas políticas que existen en el país. Es una mezcla de los dos modelos.

De manera interesante, el contenido de la nueva Constitución probablemente acercará a Chile al constitucionalismo latinoamericano contemporáneo, que es denominado “nuevo constitucionalismo”. La firme incorporación de los derechos sociales, medioambientales, de instrumentos para la protección de de los derechos y la incorporación de más principios para la interpretación de la Constitución, son todos sellos distintivos  de las nuevas constituciones de América Latina.

– Según su experiencia en los procesos constituyentes de algunos países latinoamericanos, ¿qué es necesario para que el proceso constituyente en Chile culmine de manera exitosa (se habla de una tercera vía y la opción rechazo ha ganado terreno), cumpla las expectativas de quienes votaron apruebo y se traduzca en una respuesta a las demandas de la población?

Hay un reciente trabajo empírico de Zachary Elkins y Alexander Hudson sobre referéndums tras los procesos constitucionales que muestra que estos referéndums casi nunca tienen como resultado el rechazo al texto constitucional. La aprobación es casi siempre el resultado en estos casos. Dicho esto, pienso que el proceso de implementación de la nueva Constitución va a ser muy interesante e importante. Y esto no es algo que culmine en un periodo definido de tiempo. Está la fase inicial de implementación donde la legislación es esbozada y las nuevas instituciones son dotadas de personal. Pero luego está el proyecto a largo plazo que es hacer reales y efectivas las promesas contempladas en  la nueva Constitución. Esto es un trabajo difícil que será llevado a cabo por todas las instituciones creadas por la nueva Constitución. Y será un proceso en desarrollo y de largo plazo.

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