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¿Cuál es el rol de la empresa en el desarrollo de los países?

Seminario de la Escuela de Negocios y CEFIS UAI intentó dar luces sobre esta interrogante.

3 de agosto de 2020

La Escuela de Negocios de la UAI junto al Centro de Filantropía e Inversiones Sociales (CEFIS) de la Escuela de Gobierno de la UAI desarrollaron en conjunto el seminario “El Dilema Social de las Empresas en Pandemia” cuyo objetivo principal era dilucidar – mediante la exposición de destacados panelistas- dos preguntas que han tensionado a las organizaciones en el último tiempo: ¿Cuáles son las estrategias que deben tomar las empresas en su dimensión social para enfrentar la actual crisis  y cuál es el rol que cumplen en el progreso de los países para que sean más inclusivos y sostenibles?

“Nos encontramos en un momento de ambigüedad y crisis y si bien le podríamos echar la culpa al covid, la verdad es que estaríamos siendo poco autocríticos y probablemente miopes. Antes de la pandemia, las tecnologías -asociadas a la revolución industrial- los desbalances en el comercio internacional, la agitación política y el cambio climático, estaban dejando a nuestras sociedades con una sensación de desilusión muy grande. Este sentimiento generalizado en Latinoamérica y el mundo han generado tensión social y un gran deterioro de la confianza” señaló en palabras de bienvenida Horacio Arredondo, Vicedecano de Postgrados de la Escuela de Negocios de la UAI.

A Arredondo lo acompañaron como panelistas Magdalena Aninat, directora de CEFIS UAI, Martha Herrera, directora global de negocio responsable en CEMEX y directora del centro CEMEX-Tec de Monterrey, México; Álvaro Correa, gerente general adjunto Credicorp Ltd. (Perú) y Patricio Donoso, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (Chile).

La peor crisis de la historia

En su introducción inicial, Aninat ahondó en las dimensiones de esta crisis, “la peor de la historia”, considerando que se proyecta un 5,3% de contracción económica en el PIB de la región. Esto, señaló Aninat, afecta a los países y sin duda también a las empresas.  “Las proyecciones que se habían hecho ya no parecen vigentes y sobre todo hay incertidumbre para las inversiones futuras.”

La crisis, a su vez, tiene una dimensión social muy potente. “EL PNUD proyecta un retroceso de 13 años en el avance que había tenido América Latina con respecto a la superación de la pobreza. Tenemos un entorno social para el mundo empresarial muy desafiante.”

Es por ello que las empresas se encuentran frente a un dilema: Por un lado, hay un impacto económico muy fuerte, pero por otro, hay también grandes demandas sociales. Y según Aninat, hay dos alternativas para enfrentar el desafío. “Una es recortar y esto es algo que estamos viendo. Pero también hay un camino alternativo para enfrentar este dilema, y es verlo como una oportunidad estratégica”. Teniendo esto en la mira, Aninat señaló que en el CEFIS hicieron un recorrido respecto a cómo ha sido el aporte de las empresas en pandemia y se han encontrado con 4 grupos: El primero, el que decidió contribuir desde lo propio (principalmente empresas productoras de bienes básicos que demostraron ser muy ágiles); otro grupo de empresas que encontró la manera de reformular su producción (y comenzaron a elaborar, por ejemplo, mascarillas); un tercer grupo que se replanteó cómo aportar a la continuidad de sus cadenas de valor y un cuarto grupo “más difícil de encontrar” que optó por iniciativas colaborativas, como “Siempre por Chile” de la CPC o “Colombia cuida a Colombia”.

Por lo tanto, además de las oportunidades estratégicas para las empresas (como fortalecer sus vínculos con sus stakeholders) también está la oportunidad de fortalecer la vinculación social “el rol activo de las empresas dispuestas a salir de su zona de confort puede ver fortalecido su capital relacional”

El poder de las alianzas

Martha Herrera, directora global de negocio responsable en CEMEX y directora del centro CEMEX-Tec de Monterrey, aseguró que esta crisis ha puesto más en evidencia “que debe existir interdependencia entre los sectores si queremos lograr el desarrollo sostenible y alcanzar algunos objetivos de la agenda 2030.” Herrera postula por un lado que las empresas han sido actores muy activos durante esta crisis, y por el otro han aumentado considerablemente las expectativas sobre el papel que éstas deben desarrollar más allá de lo económico, “principalmente porque muchos gobiernos se han visto sobrepasados y es el sector privado el que ha respondido. Muchas empresas estamos demostrando agilidad, capacidad de adaptación, empatía. Los colaboradores están depositando su fe en que las empresas los van a ayudar a resolver esta crisis, que no los van a abandonar.” Sin embargo, asegura que las organizaciones privadas no son omnipotentes, por lo que es sumamente relevante que cada sector haga lo propio y que de manera coordinada pongan al servicio de la sociedad su expertica, recursos y tiempo, a través de alianzas. “La llegada del covid fue un llamado redoblar esfuerzos para construir un mundo más justo, más humilde y más humano. La solidaridad de hoy debe quedarse de forma permanente. ¿Si el covid fuera una cura, de que nos vendría a curar?

Desafíos comunes con los competidores

Álvaro Correa, gerente general adjunto Credicorp – grupo dedicado al rubro financiero más importante de Perú, con presencia en varios países latinoamericanos- señaló que en su organización están teniendo una profunda reflexión sobre cuál es su rol en la sociedad. Ante esta crisis, una de las principales acciones fue preocuparse del bienestar de sus trabajadores y sus clientes, ayudados por el hecho de haber digitalizado todas sus líneas de negocios en los últimos años. Correa agregó que, si bien ha sido uno de los años más duros que le ha tocado experimentar en el grupo, “ha sido el año que más hemos contribuido desde el punto de vista económico en ayuda social, porque eso es lo que se esperaba de nosotros.”

Además, han apoyado trabajo del Estado e incluso han trabajado con sus competidores “porque nos encontramos con desafíos comunes más allá de nuestras discrepancias. La forma en que hemos podido trabajar con otras empresas por el bien común ha sido bastante revelador.”

¿Qué va a pasar en adelante? “No queremos que llegue la vacuna y que todo regrese a la normalidad. Hoy más que nunca se espera un rol muy activo del sector privado en la sociedad, que no se limita a filantropía sino en descubrir que cosa de nuestro negocio, de nuestros productos, y servicios en sí, cumple un rol de beneficia la comunidad. Es hacer un negocio responsable y sostenible a través de nuestros productos y servicios.”

Correa agrega que será necesario cambiar la forma en que se toman decisiones. “Debemos incorporar la visión de todos nuestros stakeholders. Hemos trabajado por décadas mirando a nuestros accionistas, creemos sinceramente que la matriz de decisiones tiene que incorporar el impacto que tendrá una decisión en el día a día más que en un grupo de interés.”

Innovación empresarial a disposición del país

Patricio Donoso es Presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, organización gremial que agrupa a distintos representares de la cadena de valor de la construcción. Son más de 3 mil socios y para ellos, lograr encontrar un espacio de reflexión con sus trabajadores ha sido fundamental. “Buscamos establecer un espacio horizontal donde nos sentáramos todos a conversar”. Esta iniciativa se venía gestando antes del estallido social de octubre del 2019 y a pesar de la crisis, siguieron adelante con la iniciativa, construyeron una agenda social que le permitió priorizar necesidades. “Cuando apareció el covid, tuvimos que complementar la agenda social con una agenda sanitaria”

Una de las primeras acciones que tomaron, cuenta, fue definir un propósito que los definiera como industria: “Que nadie se quede atrás y que juntos salgamos adelante.” Donoso agrega que “entendemos que tenemos que tener una mirada más amplia que nuestra industria y aportar con el país. Tenemos una iniciativa llamada SIEMPRE que agrupa solidaridad e innovación empresarial para ponerlo a disposición del Chile. Hay necesidades de las cuales tenemos que hacernos cargo y entendemos que la empresa tiene un rol más allá de lo productivo.”

Lecciones post covid

Posterior a las presentaciones de los panelistas, Arredondo dio paso a una ronda de preguntas. Una de las interrogantes planteadas por el académico, fue cómo es posible implementar iniciativas de negocios que se hagan cargo de los stakeholders sin dejar de ser rentables. Al respecto, Correa manifestó que en la medida que una empresa tenga claro qué hacer con cada stakeholder, no hace sino fortalecer vínculos y darle estabilidad financiera a la compañía en el largo plazo. En la misma línea, Donoso mencionó la importancia de contar con un propósito claro y una estrategia consistente, con una mirada a mediano-largo plazo parar generar valor compartido y que todas las partes involucradas puedan beneficiarse, mientras Herrera ahondó en la necesidad de ‘ampliar la torta’ para que todos puedan ganar; “no se trata de reducir ganancias o no ser rentables, sino de buscar con innovación, cercanía, empatía, responsabilidad, con un propósito claro y de manera colaborativa, que todos puedan ganar más”. Aninat se centró en el desafío del mundo empresarial de lograr mayor horizontalidad en su gestión y de entender a los trabajadores y a las comunidades cercanas como parte fundamental de incorporar más a los stakeholders, sobre todo en situaciones de fragilidad, como la provocada por la pandemia, pero que en el caso de Chile ya había quedado en evidencia con el estallido social de octubre; “si bien Chile era un país que crecía en Latinoamérica y donde las personas habían aumentado sus ingresos, quedó en evidencia que ese bienestar era muy frágil”.

Frente a la interrogante de cómo apoyar a los trabajadores en tiempos de crisis y la disyuntiva de a quién y cómo apoyar, Herrera comentó que la guía sobre qué se puede poner al servicio del que lo necesita, la entrega el área de negocio, ya que difícilmente se va a poder apoyar algo sostenidamente si no está en el core, en la estrategia y que si el apoyo se hace en línea con las fortalezas, los modelos de negocio con impacto social salen fortalecidos. Donoso y Correa comentaron que las estrategias usadas por sus compañías fue la de segmentar las necesidades y luego generar una estrategia acorde. “Hay una estructura estándar con planes para distintos grupos según su rol, puesto de trabajo y zona y un nivel más granular y personalizado donde el rol del supervisor es importantísimo” comentó Álvaro Correa.

Finalmente y tomando las palabras de Herrera durante su presentación, Arredondo aprovechó de preguntar a los panelistas por aquello que nos quedará de lección post COVID-19. La representante de CEMEX destacó la pandemia como una oportunidad para reflexionar, trabajar de otra manera. Donoso, por otro lado, señaló que una de las mayores enseñanzas de la actual crisis ha sido la oportunidad de reencontrarse con la capacidad de compartir, de encontrarse con los pocos estímulos que las personas necesitan. Correa comentó que si bien el mundo está preparado para fenómenos como terremotos, no lo estaba para esta crisis, que llegó para demostrar la inestabilidad global, ayudándonos a ser mucho más abiertos y reflexivos al entorno. Finalmente, Aninat comentó que tanto el Coronavirus como la crisis social chilena han interpelado al mundo político, empresarial e incluso universitario por la falta de conexión con las distintas realidades de las personas, planteando la necesidad de estar más preparados para entornos inciertos.

3 de agosto de 2020

La Escuela de Negocios de la UAI junto al Centro de Filantropía e Inversiones Sociales (CEFIS) de la Escuela de Gobierno de la UAI desarrollaron en conjunto el seminario “El Dilema Social de las Empresas en Pandemia” cuyo objetivo principal era dilucidar – mediante la exposición de destacados panelistas- dos preguntas que han tensionado a las organizaciones en el último tiempo: ¿Cuáles son las estrategias que deben tomar las empresas en su dimensión social para enfrentar la actual crisis  y cuál es el rol que cumplen en el progreso de los países para que sean más inclusivos y sostenibles?

“Nos encontramos en un momento de ambigüedad y crisis y si bien le podríamos echar la culpa al covid, la verdad es que estaríamos siendo poco autocríticos y probablemente miopes. Antes de la pandemia, las tecnologías -asociadas a la revolución industrial- los desbalances en el comercio internacional, la agitación política y el cambio climático, estaban dejando a nuestras sociedades con una sensación de desilusión muy grande. Este sentimiento generalizado en Latinoamérica y el mundo han generado tensión social y un gran deterioro de la confianza” señaló en palabras de bienvenida Horacio Arredondo, Vicedecano de Postgrados de la Escuela de Negocios de la UAI.

A Arredondo lo acompañaron como panelistas Magdalena Aninat, directora de CEFIS UAI, Martha Herrera, directora global de negocio responsable en CEMEX y directora del centro CEMEX-Tec de Monterrey, México; Álvaro Correa, gerente general adjunto Credicorp Ltd. (Perú) y Patricio Donoso, presidente de la Cámara Chilena de la Construcción (Chile).

La peor crisis de la historia

En su introducción inicial, Aninat ahondó en las dimensiones de esta crisis, “la peor de la historia”, considerando que se proyecta un 5,3% de contracción económica en el PIB de la región. Esto, señaló Aninat, afecta a los países y sin duda también a las empresas.  “Las proyecciones que se habían hecho ya no parecen vigentes y sobre todo hay incertidumbre para las inversiones futuras.”

La crisis, a su vez, tiene una dimensión social muy potente. “EL PNUD proyecta un retroceso de 13 años en el avance que había tenido América Latina con respecto a la superación de la pobreza. Tenemos un entorno social para el mundo empresarial muy desafiante.”

Es por ello que las empresas se encuentran frente a un dilema: Por un lado, hay un impacto económico muy fuerte, pero por otro, hay también grandes demandas sociales. Y según Aninat, hay dos alternativas para enfrentar el desafío. “Una es recortar y esto es algo que estamos viendo. Pero también hay un camino alternativo para enfrentar este dilema, y es verlo como una oportunidad estratégica”. Teniendo esto en la mira, Aninat señaló que en el CEFIS hicieron un recorrido respecto a cómo ha sido el aporte de las empresas en pandemia y se han encontrado con 4 grupos: El primero, el que decidió contribuir desde lo propio (principalmente empresas productoras de bienes básicos que demostraron ser muy ágiles); otro grupo de empresas que encontró la manera de reformular su producción (y comenzaron a elaborar, por ejemplo, mascarillas); un tercer grupo que se replanteó cómo aportar a la continuidad de sus cadenas de valor y un cuarto grupo “más difícil de encontrar” que optó por iniciativas colaborativas, como “Siempre por Chile” de la CPC o “Colombia cuida a Colombia”.

Por lo tanto, además de las oportunidades estratégicas para las empresas (como fortalecer sus vínculos con sus stakeholders) también está la oportunidad de fortalecer la vinculación social “el rol activo de las empresas dispuestas a salir de su zona de confort puede ver fortalecido su capital relacional”

El poder de las alianzas

Martha Herrera, directora global de negocio responsable en CEMEX y directora del centro CEMEX-Tec de Monterrey, aseguró que esta crisis ha puesto más en evidencia “que debe existir interdependencia entre los sectores si queremos lograr el desarrollo sostenible y alcanzar algunos objetivos de la agenda 2030.” Herrera postula por un lado que las empresas han sido actores muy activos durante esta crisis, y por el otro han aumentado considerablemente las expectativas sobre el papel que éstas deben desarrollar más allá de lo económico, “principalmente porque muchos gobiernos se han visto sobrepasados y es el sector privado el que ha respondido. Muchas empresas estamos demostrando agilidad, capacidad de adaptación, empatía. Los colaboradores están depositando su fe en que las empresas los van a ayudar a resolver esta crisis, que no los van a abandonar.” Sin embargo, asegura que las organizaciones privadas no son omnipotentes, por lo que es sumamente relevante que cada sector haga lo propio y que de manera coordinada pongan al servicio de la sociedad su expertica, recursos y tiempo, a través de alianzas. “La llegada del covid fue un llamado redoblar esfuerzos para construir un mundo más justo, más humilde y más humano. La solidaridad de hoy debe quedarse de forma permanente. ¿Si el covid fuera una cura, de que nos vendría a curar?

Desafíos comunes con los competidores

Álvaro Correa, gerente general adjunto Credicorp – grupo dedicado al rubro financiero más importante de Perú, con presencia en varios países latinoamericanos- señaló que en su organización están teniendo una profunda reflexión sobre cuál es su rol en la sociedad. Ante esta crisis, una de las principales acciones fue preocuparse del bienestar de sus trabajadores y sus clientes, ayudados por el hecho de haber digitalizado todas sus líneas de negocios en los últimos años. Correa agregó que, si bien ha sido uno de los años más duros que le ha tocado experimentar en el grupo, “ha sido el año que más hemos contribuido desde el punto de vista económico en ayuda social, porque eso es lo que se esperaba de nosotros.”

Además, han apoyado trabajo del Estado e incluso han trabajado con sus competidores “porque nos encontramos con desafíos comunes más allá de nuestras discrepancias. La forma en que hemos podido trabajar con otras empresas por el bien común ha sido bastante revelador.”

¿Qué va a pasar en adelante? “No queremos que llegue la vacuna y que todo regrese a la normalidad. Hoy más que nunca se espera un rol muy activo del sector privado en la sociedad, que no se limita a filantropía sino en descubrir que cosa de nuestro negocio, de nuestros productos, y servicios en sí, cumple un rol de beneficia la comunidad. Es hacer un negocio responsable y sostenible a través de nuestros productos y servicios.”

Correa agrega que será necesario cambiar la forma en que se toman decisiones. “Debemos incorporar la visión de todos nuestros stakeholders. Hemos trabajado por décadas mirando a nuestros accionistas, creemos sinceramente que la matriz de decisiones tiene que incorporar el impacto que tendrá una decisión en el día a día más que en un grupo de interés.”

Innovación empresarial a disposición del país

Patricio Donoso es Presidente de la Cámara Chilena de la Construcción, organización gremial que agrupa a distintos representares de la cadena de valor de la construcción. Son más de 3 mil socios y para ellos, lograr encontrar un espacio de reflexión con sus trabajadores ha sido fundamental. “Buscamos establecer un espacio horizontal donde nos sentáramos todos a conversar”. Esta iniciativa se venía gestando antes del estallido social de octubre del 2019 y a pesar de la crisis, siguieron adelante con la iniciativa, construyeron una agenda social que le permitió priorizar necesidades. “Cuando apareció el covid, tuvimos que complementar la agenda social con una agenda sanitaria”

Una de las primeras acciones que tomaron, cuenta, fue definir un propósito que los definiera como industria: “Que nadie se quede atrás y que juntos salgamos adelante.” Donoso agrega que “entendemos que tenemos que tener una mirada más amplia que nuestra industria y aportar con el país. Tenemos una iniciativa llamada SIEMPRE que agrupa solidaridad e innovación empresarial para ponerlo a disposición del Chile. Hay necesidades de las cuales tenemos que hacernos cargo y entendemos que la empresa tiene un rol más allá de lo productivo.”

Lecciones post covid

Posterior a las presentaciones de los panelistas, Arredondo dio paso a una ronda de preguntas. Una de las interrogantes planteadas por el académico, fue cómo es posible implementar iniciativas de negocios que se hagan cargo de los stakeholders sin dejar de ser rentables. Al respecto, Correa manifestó que en la medida que una empresa tenga claro qué hacer con cada stakeholder, no hace sino fortalecer vínculos y darle estabilidad financiera a la compañía en el largo plazo. En la misma línea, Donoso mencionó la importancia de contar con un propósito claro y una estrategia consistente, con una mirada a mediano-largo plazo parar generar valor compartido y que todas las partes involucradas puedan beneficiarse, mientras Herrera ahondó en la necesidad de ‘ampliar la torta’ para que todos puedan ganar; “no se trata de reducir ganancias o no ser rentables, sino de buscar con innovación, cercanía, empatía, responsabilidad, con un propósito claro y de manera colaborativa, que todos puedan ganar más”. Aninat se centró en el desafío del mundo empresarial de lograr mayor horizontalidad en su gestión y de entender a los trabajadores y a las comunidades cercanas como parte fundamental de incorporar más a los stakeholders, sobre todo en situaciones de fragilidad, como la provocada por la pandemia, pero que en el caso de Chile ya había quedado en evidencia con el estallido social de octubre; “si bien Chile era un país que crecía en Latinoamérica y donde las personas habían aumentado sus ingresos, quedó en evidencia que ese bienestar era muy frágil”.

Frente a la interrogante de cómo apoyar a los trabajadores en tiempos de crisis y la disyuntiva de a quién y cómo apoyar, Herrera comentó que la guía sobre qué se puede poner al servicio del que lo necesita, la entrega el área de negocio, ya que difícilmente se va a poder apoyar algo sostenidamente si no está en el core, en la estrategia y que si el apoyo se hace en línea con las fortalezas, los modelos de negocio con impacto social salen fortalecidos. Donoso y Correa comentaron que las estrategias usadas por sus compañías fue la de segmentar las necesidades y luego generar una estrategia acorde. “Hay una estructura estándar con planes para distintos grupos según su rol, puesto de trabajo y zona y un nivel más granular y personalizado donde el rol del supervisor es importantísimo” comentó Álvaro Correa.

Finalmente y tomando las palabras de Herrera durante su presentación, Arredondo aprovechó de preguntar a los panelistas por aquello que nos quedará de lección post COVID-19. La representante de CEMEX destacó la pandemia como una oportunidad para reflexionar, trabajar de otra manera. Donoso, por otro lado, señaló que una de las mayores enseñanzas de la actual crisis ha sido la oportunidad de reencontrarse con la capacidad de compartir, de encontrarse con los pocos estímulos que las personas necesitan. Correa comentó que si bien el mundo está preparado para fenómenos como terremotos, no lo estaba para esta crisis, que llegó para demostrar la inestabilidad global, ayudándonos a ser mucho más abiertos y reflexivos al entorno. Finalmente, Aninat comentó que tanto el Coronavirus como la crisis social chilena han interpelado al mundo político, empresarial e incluso universitario por la falta de conexión con las distintas realidades de las personas, planteando la necesidad de estar más preparados para entornos inciertos.