Cristóbal Silva, miembro del directorio de ACAFI: “Una idea no vale nada. La novedad está en poder ejecutarla”

12 de Julio 2019 Noticias

¿Cuál es el camino para que un emprendimiento acceda al financiamiento de un Venture Capital y qué requisitos debe cumplir? Esas preguntas fue las que dilucidó Cristóbal Silva, experto en capitales de riesgo y uno de los directores de la Asociación Chilena de Administradoras de Fondos de Inversión (ACAFI), en una charla dictada a los alumnos del curso “Introducción a Activos Alternativos” del Magíster en Finanzas, invitado por el profesor Félix Villatoro.

Cristóbal Silva, que además es socio de Fen Ventures, primeramente hizo una distinción entre el objetivo de un fondo de Venture Capital y uno de Private Equity.

Según Silva, lo que distingue a estos dos fondos de inversión es que los Private Equity, conocidos también como Fondos de Compras, obtienen la participación mayoritaria y adquieren el control de la empresa, relegando al o los emprendedores a un plano minoritario dentro de su propio proyecto. De esta forma, el fondo del Private Equity es quien toma las decisiones y quien designa a los administradores y a la mayoría de directores en la empresa. En cambio, los Venture Capital hacen todo lo contrario, ya que no toman el control de éstos ni tampoco le quitan la participación mayoritaria a sus fundadores, pero se benefician al obtener una serie de acciones preferentes de la empresa. “Un fondo Venture Capital hace 20 o 30 inversiones porque hay mucho riesgo de fallar, ya que es algo que se está haciendo por primera vez. Es un negocio de riesgo, por lo mismo, una de las características que debe tener la empresa que se beneficia de los fondos es que deben tener la capacidad de multiplicarse por 20 para que paguen las fallas del resto. En ese sentido, las empresas que se buscan son empresas tecnológicas, porque son las que pueden crecer más rápido.”

Cristóbal Silva ahondó en cada uno de los pasos que debe seguir los emprendedores que busca financiamiento, desde sus inicios hasta lograr el objetivo de que un Venture Capital invierta en ellos.

– El primer aporte proviene del capital de los socios que constituyen la empresa. Sobre establecerse en sociedades, Silva considera que es una excelente opción para quienes están partiendo pues permite alinear intereses y distribuirse tareas según las habilidades de cada cual, pero recomienda definir claramente la distribución de los porcentajes de la empresa, ya que la división 50 y 50 casi nunca es la más justa. Tampoco, dice es conveniente pensar que el que tiene la “idea” deba llevarse más porcentaje, pues dice que “la idea no vale nada. La novedad no está en la idea, sino en poder ejecutarla.” Un mérito es armar un equipo de personas inteligentes y comprometidas, y tener claro cómo se dividen los aportes.

– Luego están los family, friends and fools o 3F, que conforman el primer capital externo al que la mayoría de los emprendedores acuden para conseguir liquidez, pero que es muy limitado en cuanto a los montos que se pueden recaudar. ¿Una recomendación? “Jamás pedirle dinero a un familiar que necesite ese ingreso para vivir”, porque es muy difícil que ese dinero pueda ser devuelto en el corto o incluso en el largo plazo.

– El siguiente paso debería ser buscar apoyo en capitales semilla como los que entrega la CORFO, “que tiene infinitas formas de otorgar financiamiento.” Un obstáculo, eso sí, podría ser la burocracia, el tiempo. “Entrega dinero pero no es inmediato, se demora.”

– Posteriormente, se puede optar a distintos tipos de crownfunding, que son un mecanismo colaborativo de financiación de proyectos que funcionan a través de plataformas digitales y de los cuales se consiguen principalmente préstamos y/o donaciones. Una fórmula, por ejemplo, es pre-vendiendo el producto (que aún no se tiene). Esto último es una buena opción porque no diluye la propiedad de la empresa, además de permitir investigar el grado de aceptación del producto y la disposición de los clientes a pagar por el mismo.

– Por último están los denominados inversionistas ángeles, quienes, a partir de su propio capital, entregan el financiamiento que el emprendedor necesita para continuar con el proyecto y que, por lo general, lo hacen basados en el grado de confianza que existe entre ambos. Se trata, en su mayoría, de empresarios exitosos. Es decir, lo que tiene en común es “que son personas y que tienen dinero.” Además, lo más probable es que inviertan en algo que más o menos tenga que ver con una industria que previamente conozcan.

Es en este momento, después de haber pasado por cada una de estas etapas, cuando el emprendedor puede recurrir a los Venture Capital. “Es importante entender qué hacen los fondos y qué buscan para que sepan cuándo ir a golpear esa puerta”, concluyó el invitado, explicando que son muy pocas las que finalmente logran este tipo de financiamiento, “el año pasado invertimos en 6 empresas y evaluamos más de 1000.”

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