Covid-19: abogados discutieron sobre los desafíos del mundo jurídico

7 de Mayo 2020 Noticias

Este martes 5 de mayo fue inaugurado el ciclo 2020 de las charlas organizadas por Entre Códigos, comunidad de abogados integrada por el estudio Recabarren & Asociados, Formación Ejecutiva de Diario Financiero y la Facultad de Derecho UAI. La iniciativa, inaugurada en 2017, tuvo un inusual debut este año dadas las restricciones impuestas por la pandemia del Coronavirus. Del encuentro, que fue seguido en vivo por más de 200 personas, participaron los panelistas Elisa Walker, socia del estudio Sarmiento & Walker y directora del Diplomado en Estrategias para la Gestión de la Diversidad e Inclusión de la UAI y Jaime Carey, socio administrador del estudio Carey.

La conversación fue iniciada por Carlota Fritsch, directora de extensión y postgrados de la Facultad de Derecho y Paula Vargas, editora jefe de DF, quienes comentaron acerca de las incertezas del escenario actual y sobre cómo el mundo jurídico se enfrentará a la nueva realidad post pandemia, para dar paso a Elisa Walker, quien comenzó destacando la publicación de la Ley N° 21.226, que establece un régimen de excepción para los procesos judiciales y a la realización, por primera vez, de audiencias y controles de detención a través de plataformas digitales, lo que a su juicio, no sólo se prolongará durante el estado de excepción constitucional, sino que se va a transformar en una práctica permanente.

Respecto a los desafíos que su estudio jurídico ha tenido que enfrentar durante la emergencia, Walker comentó que, junto a su socia, Claudia Sarmiento, iniciaron el estudio con la idea de tener varias pequeñas áreas de desarrollo, lo que les ha permitido no depender de un nicho específico y mantener un ritmo de movimiento e ingresos, aunque el flujo de trabajo ha disminuido durante la crisis; “somos una institución que fue creada bajo la lógica de la flexibilidad, queríamos la agilidad de poder hacer distintas cosas”, ya que además es consejera del Colegio de Abogados y profesora. En relación a los retos impuestos por el teletrabajo, comentó que están acostumbrados a tratar directamente con los clientes y que “ese trato no depende de una infraestructura”, pero que el mayor desafío ha sido el “extremo malabarismo doméstico, que ha obligado a incurrir en formas de trabajar que probablemente no son muy sanas, como reuniones a las 9 o 10 de la noche”. Respecto a esto último hizo hincapié en la tensión entre lo doméstico y lo laboral y la sobrecarga que ha supuesto mayoritariamente a las mujeres; “no puedo dejar pasar esto, porque en el diplomado promovemos temas de género. Cuando uno quiere promover cambios tiene que concientizar al otro y sensibilizar. Esta crisis ha sido la mejor campaña para sensibilizar sobre los desafíos del ámbito doméstico y generar conciencia”, expresó.

Desde la perspectiva de un estudio grande, con casi 300 personas, Jaime Carey se refirió al privilegio del mundo jurídico de poder trabajar de forma remota, frente a muchos otros sectores que se han visto obligados a cerrar y no generar ingresos; “la emergencia sanitaria nos ha demostrado en forma abrupta y rápida que la forma de trabajar sí puede cambiar”. Asimismo, ahondó en las incertidumbres propias de la crisis, como qué pasará si los clientes comienzan a quebrar, cuál será la capacidad de pago de las empresas, cuáles serán las medidas necesarias ante el eventual regreso al trabajo presencial y otras interrogantes; “como por ejemplo ¿debe el empleador proveer equipamiento para trabajar desde la casa? sobre todo ahora que no sabemos cuánto tiempo va a durar esto, pero tampoco podemos empezar a pedirle a la gente que tenga todo en su casa y convertirnos en una especie de Uber legal”. Finalmente, ahondó en los roles de género, coincidiendo con las posturas de Walker; “a los hombres que no habíamos tenido la experiencia de estar en la casa durante las horas de trabajo, se nos ha abierto una dimensión que antes no veíamos, y por eso quiero sacarles el sombrero a las mujeres. Creo que esto va a significar un cambio importante en el mundo y que llegó para quedarse”.

Finalmente, los asistentes a la charla plantearon varias preguntas, principalmente referentes a la adaptación de las mallas curriculares post pandemia y a los desafíos que la ‘nueva normalidad’ supondrá para los profesionales jóvenes. Al respecto, Carey comentó que sin duda hay una falencia en formación tecnológica en las Facultades de Derecho y que este escenario representa una oportunidad; “A todos nos metieron en un mundo nuevo de forma abrupta, pero ha sido bueno para los abogados, que a veces somos un poco retrógrados”, a lo que Walker agregó que debe haber mayor formación en el ejercicio de la profesión en  porque “no es lo mismo convencer a alguien de tu postura en una sala que a través de una pantalla”. Respecto a las posibilidades para los nuevos abogados, Walker expresó que la relación intuitiva que los jóvenes tienen con la tecnología será favorable para su desarrollo profesional, más allá de la experiencia laboral, mientras Carey manifestó que, si bien las generaciones más jóvenes no habían vivido una gran crisis hasta ahora, “hoy ven personas que están realmente afectadas, que lo están pasando muy mal , algo que nunca habían visto y que les va a ayudar a crear una experiencia que antes no tenían”.

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