El Indicador Mensual de Confianza Empresarial elaborado por Icare junto a la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez sorprendió al anotar una pequeña alza en mayo: subió en 2,5 puntos, hasta los 34,28. De todas formas, se encuentra muy por debajo de los 50 puntos, donde predominan visiones negativas sobre la economía y los negocios, destacando en este aspecto negativamente el sector de la construcción. En este rubro, la confianza de los empresarios y ejecutivos está hundida en apenas 8 puntos. (Sin embargo, también subió un par de puntos.

En el IMCE de mayo, todos los sectores mostraron un mayor optimismo que el mes anterior, siendo el comercio el que anotó la mayor alza, pues subió de 27,21 puntos a 32, 30. Minería, la actividad más enfocada al mercado externo, demostró nuevamente en mayo que sus dinámicas se escapan la coyuntura local, pues asó de 60,50 a 63,98 unidades, con amplio dominio de visiones optimistas.

Para el economista de la Escuela de Negocios de la Universidad Adolfo Ibáñez, Juan Pablo Medina, estas alzas tiene una explicación: “Dado que la mayoría de la información del IMCE se recopiló durante la primera quincena de mayo, la gradual reversión del pesimismo de las perspectivas empresariales puede haber sido un reflejo de los mensajes sobre la nueva normalidad que comunicó el gobierno a finales de abril y la expectativa de que la propagación del Covid-19 estaba relativamente bajo control hasta la primera parte de mayo.”

Sin embargo, la situación ha cambiado sustancialmente en las últimas dos semanas. “En consecuencia, es esperable que el ánimo empresarial muestre un renovado pesimismo en el IMCE de junio como consecuencia de las cuarentenas obligatorias más generalizadas que enfrenta el país y la incertidumbre que la actual situación genera sobre la recuperación económica esperada para los próximos meses,” explica el académico.