¿Cómo se relacionan los chilenos con personas migrantes?
Académico de Psicología explora la migración y la psicología social.
26 de marzo de 2019
Pablo De Tezanos-Pinto, académico de la Escuela de Psicología, desarrolla dos proyectos de investigación enfocados en cómo los chilenos y chilenas se relacionan con personas migrantes, con el objetivo de profundizar en este tema junto a la profesora de la Facultad de Derecho UAI, Mayra Federsen, abrieron el debate en el GAM, en el contexto de la muestra Santiago Ciudad Destino.
La migración ha aumentado considerablemente en los últimos años, y hoy existe una mayor diversidad de grupos migrantes, en este sentido, los psicólogos y psicólogas sociales tienen una importante contribución que hacer para fomentar una mayor inclusión e interculturalidad, especialmente en las distintas ciudades de Chile.
¿Cómo hacerlo? “Trabajando en conjunto con otras disciplinas en el diseño e intervención de espacios públicos y abordando problemáticas sociales en comunidades vulnerables y muchas veces marginadas de la ciudad. El magíster en psicología social que tenemos en la Escuela está enfocado precisamente en políticas públicas e intervenciones psicosociales en este tipo de temáticas”, adelanta Pablo De Tezanos-Pinto.
Interacción en espacios públicos
Uno de los estudios del académico se enfocó en dos plazas de la comuna de Santiago: Yungay y Panamá, a raíz de una serie de observaciones del uso de estos espacios públicos, particularmente en cómo se distribuyen las personas en la plaza y las dinámicas que se generan en cuanto al contacto entre distintos grupos, señala que “en general encontramos que efectivamente hay algo de segregación en el uso de estos espacios, aunque también hay un porcentaje considerable de grupos mixtos (un 32%), de chilenos y extranjeros sentados juntos conversando”.
A partir de entrevistas a múltiples personas que utilizan estas plazas, se evidenció que representan un lugar de encuentro, que es visto como un lugar importante para el bienestar - para no quedarse “encerrado en la casa”- ya que hay múltiples instancias de interacción y contacto entre personas de grupos diversos, y que esta diversidad es considerada parte importante de la identidad del barrio. Pero también hay conflictos, “por ejemplo un entrevistado peruano nos contó de una señora que lo echó de la banca donde estaba sentado: “más encima eres peruano que vienes a llorar aquí a la plaza, a los asientos míos”. Otra mujer que estaba en la plaza confrontó a esta señora, argumentando que no tenía derecho de tratarlo así. Este ejemplo refleja cómo el uso del espacio público implica también importantes disputas, que pueden ser explícitas como ésta pero también más sutiles, sobre la forma en que construimos nuestra identidad y nuestra ciudad”, agrega De Tezanos-Pinto.
Vínculo migratorio
Pablo de Tezanos-Pinto exploró también en su segunda investigación, la cual se centra en el estudio de conversaciones entre participantes chilenos y peruanos, realizando una comparación con aquellas conversaciones entre dos chilenos, “en contra de lo que podría esperarse, los participantes chilenos lo pasaron mejor, se rieron más, y compartieron más información personal cuando estaban conversando con un peruano que cuando estaban conversando con otro chileno/a”, comenta respecto a no de los resultados de su trabajo.
La empatía y la confianza en la capacidad de interactuar en este contexto multicultural fueron factores importantes en que las conversaciones fueran especialmente positivas, “desgraciadamente, este interés y aceptación que tenemos los chilenos es muchas veces opacado por una sobre-representación de experiencias y opiniones negativas en los medios, que también existen y que ciertamente son preocupantes, pero que pueden dar una apreciación incorrecta de la opinión y conducta más tolerante en sectores importantes de la población”, concluye De Tezanos-Pinto.