En un mundo cambiante, el aporte de las distintas Escuelas y Facultades recae en responder académicamente a las nuevas tendencias, formando profesionales y ofreciendo alternativas de capacitación acorde a los problemas actuales. En esta línea se realizó la Expo Postgrados 2020, que tuvo como objetivo abordar temáticas como la crisis social o el calentamiento global, analizándolos desde múltiples enfoques y así, dar a conocer los programas de especialización que ofrecen.
Jorge Sanhueza, decano de la Escuela de Psicología, se refirió a la crisis de confianza que hoy enfrentan las organizaciones. Según el experto, hoy vivimos en un mundo Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo (VUCA, por sus siglas en inglés), por lo tanto, “pareciera ser que las maneras tradicionales de pensar no nos sirven”.
El decano reveló que, dentro de las organizaciones, son los equipos directivos quienes tienen el desafío de administrar finalmente esta dinámica de confianza o desconfianza, y justamente ha sido el “estallido social” el que ha puesto a prueba la capacidad de adaptación y transformación de estos equipos directivos. Sanhueza planteó que una de las vías para recuperar la confianza organizacional, que favorezca a la resolución de conflictos, es a través de prácticas que promuevan relaciones de confianza entre las personas. Para ello, “necesitamos: honestidad, coherencia, reciprocidad en la manera en cómo nos organizamos y responsabilidad especialmente con la entrega de información, para lo cual se requiere el ejercicio de un liderazgo ético. Además, tenemos que generar crecientemente espacios de participación, que es lo que está exigiendo la ciudadanía”, sostuvo. Y concluyó diciendo que “probablemente podamos entender que lo que estamos viviendo como sociedad, tiene que ver con nuestra incapacidad de conversar”.
Por otro lado, el profesor de la Facultad de Ingeniería y Ciencias (FIC), Pedro Reszka, expuso acerca de la evidencia que existe del calentamiento global, así como también de sus efectos, riesgos, predicciones y sobre cómo adaptarse a este nuevo escenario mundial. Reszka explicó que el proceso de quema de combustibles fósiles provoca un aumento en las concentraciones de Dióxido de Carbono (CO2) del planeta, provocando así un incremento en la temperatura de la superficie terrestre, es decir, que mientras más concentración de CO2 exista, mayor será la temperatura en la Tierra. Esto es lo que se conoce como efecto invernadero. Por ende, “al quedar la energía del sol atrapada en la atmósfera, genera el calentamiento del planeta, lo que a su vez provoca que cambie el clima”, aseveró.
Parte de la evidencia actual del cambio climático revela que ha aumentado sustancialmente la temperatura del planeta, tanto en la superficie terrestre como en la de los océanos, y también ha disminuido la masa de los glaciares y hielos polares. El académico aseguró que “lo que ciertamente va a ocurrir con el cambio climático en las próximas décadas es que tendremos mayores riesgos de sufrir, por ejemplo, desastres naturales, incendios forestales y sequías prolongadas”. Asimismo, señaló que hay dos maneras de atacar el cambio climático: que las naciones del mundo se pongan de acuerdo para disminuir las emisiones de CO2 u optar por el camino de la adaptación. Reszka subrayó que, mediante la adaptación, “se pueden gestionar o mitigar cada uno de los riesgos asociado al cambio climático y, a nivel de las organizaciones, lo que se debe empezar a hacer es evaluar cuáles son sus propios peligros y vulnerabilidades ante los efectos del cambio climático”.
El también académico de la FIC, Arturo Alba, habló sobre el proceso de transformación digital en las empresas. Para esto, tomó como referencia los cambios que ha experimentado la industria del turismo en los últimos 30 años. “En este mundo crecientemente digital, la industria del turismo ha evolucionado, los actores han cambiado de manera radical, la tecnología nos está dando más opciones como usuarios y una enorme cantidad de elementos de elección y decisión, lo que enriquece nuestra experiencia de consumidor ya que nos permite hacerla más versátil, más económica y más eficiente. La empresa de turismo ya no existe, lo que existe son múltiples empresas que se integran a un ecosistema y que participan de distintos ámbitos de nuestra cadena de valor”, manifestó el académico.
Todo esto, detalló Alba, requiere un alto nivel de orquestación, el cual no ocurriría sin una compleja trama de datos, tecnología, información y, sobre todo, una capacidad enorme de innovación. En este proceso de transformación digital, afirmó, es necesario desarrollar ciertas capacidades que son claves: agilidad e innovación del negocio, efectividad y agilidad operacional, centrarse en el cliente y aprovechar las bases de datos. “Los productos se copian; las experiencias se convierten en un factor de diferenciación competitiva y, si uno es capaz de sostenerlo en el largo plazo, son definitivamente el principal elemento de valor hoy en día”, puntualizó.
Finalmente, Arturo Arriagada, profesor de la Escuela de Periodismo, se refirió al rol de los medios de comunicación en el contexto de crisis social. El experto aseguró que la masificación de las redes sociales ha permitido registrar y compartir contenido a gran escala y que, a través de estas plataformas, “luchamos por ser visibles y competimos por la atención del resto, construyendo nuestra propia audiencia. Además, son espacios donde podemos deliberar y expresar opiniones sobre los asuntos públicos”.
Como consecuencia de esto, explicó, la noticia hoy no es un monopolio ni de los periodistas ni de los medios de comunicación; hoy la noticia puede ser cualquier cosa y los periodistas compiten con toda la gente que está creando contenido, asumiendo la labor de filtrar la información que genera toda esa gente y transformarla en noticia. Sobre este punto, los estudios revelan que la información que los medios de comunicación producen hoy como noticia, proviene principalmente de las redes sociales. “La industria de la comunicación está sufriendo un cambio fundamental: la tensión de sus audiencias se está fragmentando cada vez más y, en esta competencia por la tensión, los medios masivos han entrado en una crisis de cómo interpretar los intereses de estas audiencias tan distintas y se han visto obligados a encontrar nuevos referentes y nuevas interpretaciones sobre la realidad”, concluyó Arriagada.