Valparaíso y Viña del Mar: nombres bellos

5 de Mayo 2018 Columnas

Para quienes vivimos en la Provincia de Valparaíso, puede no resultar frecuente reflexionar sobre el origen del nombre de nuestras ciudades, hermanadas por una conurbación y por la historia.

En Chile, gracias la toponimia de orígen indígena, gran parte de las ciudades tienen denominaciones genuinas, únicas e irrepetibles, aunque también hay que reconocer que las que tienen nombres hispanos tienen una carga de identidad fuerte, sin diferenciar las de origen colonial, como Santiago o La Serena, o republicanas, como Puerto Varas o Punta Arenas.

En nuestro caso, Valparaíso y Viña del Mar, sus nombres tienen orígenes coloniales. En el caso del primero, no es un genuino e irrepetible. En España hay varios “Valparaíso”. En Cuenca, en la actual comunidad de Castilla La Mancha, existen dos pueblos que llevan ese nombre, Valparaíso de Arriba, y Valparaíso de Abajo, ambos pertenecientes al municipio de Campos del Paraíso.  Precisamente en una de esas localidades, “el de arriba”, nació Juan de Saavedra, a quien la historia recoge como el primero que le dio el nombre a la bahía en la que nosotros habitamos, cuando formó parte de la expedición de Diego de Almagro en 1536.

Pero en Castilla León, también existe el nombre, por ejemplo, hay un río de Valparaíso en Burgos y un Salto de Valparaíso en Zamora. También allí hubo un famoso monasterio del siglo XII que se llamó Santa María de Valparaíso, del que lamentablemente hoy quedan solo pequeños vestigios en la localidad donde se emplazaba, “Peleas de arriba”.

Y Andalucía también ha tenido relación con ese nombre. En Córdoba existe un famoso monasterio del siglo XV que se llama San Jerónimo de Valparaíso que se ubica en la Sierra Morena, y en las cercanías de Sevilla hay una Hacienda con el nombre de nuestro puerto, y que además tiene un famosa imagen tallada, “el Cristo de Valparaíso”.

En suma, cuando muchos se preguntan por qué nuestro puerto se llama como se llama, no es muy dificil explicar que dicho nombre, bello en su esencia, proviene de España, posiblemente asociado a Cuenca, la tierra natal de Juan de Saavedra.

En cuanto a Viña del Mar, no hay nombres homónimos en España pero sí un origen toponímico. Por ejemplo, en las costas de Cataluña, son varios los nombres de localidades costeras que incorporaban al “mar”, así por ejemplo, está Arenys de Mar, Canet de Mar, San Pol de Mar y Pineda de Mar. Incluso en la propia Barcelona, icónica es la basílica de Santa María del Mar. Pero también en otras partes de la península existen nombres inspiradores, como el Santillana del Mar en Cantabria, aunque con la curiosidad de que el municipio no se emplaza en zona costera.

En cuanto a nuestra Viña del Mar, su origen viene desde la colonia porque en la zona de lo que era la quinta de San Francisco, hoy Palacio Rioja, había plantaciones de viñedos, que comenzaron a recibir el nombre de “Viñas de la Mar”. El bello nombre dio origen a la Hacienda, cuyo propietario más conocido fue Alonso de Riveros, quien había sido el pionero en las plantaciones de las viñas. Tras pasar por varios propietarios hasta llegar a los Alvares, en el siglo XIX la localidad pasó a su nombre definitivo de Viña del Mar y desde 1874 se decretó su fundación como municipio.

Valparaíso y Viña del Mar, son ciudades con nombres bellos, y esa es la primera y mejor carta de presentación para que sus autoridades hagan todo el esfuerzo por promover su desarrollo urbano y ecomómico, conservando sus atractivos e identidad.

Publicada en Tell Magazine.

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