El número de lanzamientos de cohetes ha crecido espectacularmente en los últimos años. Gran parte de esto se debe a un nuevo disruptor en el mercado: SpaceX. El año pasado lanzó un récord de 61 cohetes, una hazaña impresionante para una empresa cuyo primer lanzamiento exitoso fue hace solo cinco años.

Un solo cohete puede transportar sesenta pequeños satélites, y el número de satélites en órbita terrestre baja también ha crecido explosivamente. Ahora orbitan alrededor de la Tierra más de 3 mil satélites de Starlink, brindando Internet de alta velocidad a áreas remotas, pero también creando problemas para los astrónomos con telescopios en la Tierra.

El crecimiento explosivo de los lanzamientos fue acompañado por explosiones reales. 7 cohetes fallaron en el lanzamiento y 11 propulsores fallaron en el aterrizaje, a veces chocando espectacularmente. Pero SpaceX argumentó que esto es parte del proceso de aprendizaje, y actualmente tiene una tasa de éxito del 95% en el lanzamiento.

Los objetivos de SpaceX y la NASA van más allá de los satélites en órbita terrestre baja. Juntos, tienen como meta volver a poner a los humanos en la Luna y luego, por primera vez, en Marte. Para esto, se desarrolló un cohete más grande llamado Starship.

Su primer lanzamiento el 20 de abril parecía exitoso, hasta que después de 4 minutos, el cohete comenzó a girar y explotó. No hay problema, dijo SpaceX, solo parte del proceso de aprendizaje. Pero para la NASA, las cosas no son tan fáciles: no pueden permitirse perder un solo cohete una vez que los humanos estén a bordo.

La NASA ya perdió a 14 astronautas en los desastres del Challenger y del Columbia, lo que llevó al fin del programa de transbordadores espaciales.

El programa Apolo, que primero puso a los humanos en la Luna, casi no sucedió después de que tres astronautas murieran en un incendio a bordo del cohete Apolo 1. Un desastre similar con humanos en un vuelo de SpaceX seguramente le pondría fin al programa Starship.

Mucho más de lo que Space X admitió al principio salió mal en el primer lanzamiento de Starship. Tres motores no se encendieron, condenando al cohete antes del despegue. Durante el lanzamiento, el cohete destruyó la plataforma de lanzamiento de concreto, lanzando polvo y escombros hacia una ciudad cercana. Y cuando se dio la orden de autodestrucción, el cohete continuó en el aire durante 40 segundos antes de explotar finalmente.

¿Se volvió SpaceX demasiado imprudente en la carrera hacia la Luna? ¿O los fallos iniciales llevarán a un crecimiento explosivo de misiones a la Luna, Marte y más allá? Solo el tiempo y los próximos lanzamientos de Starship lo dirán.

Publicada por Emol.