Un falso dilema

4 de Noviembre 2017 Columnas

A estas alturas, parece evidente que los candidatos de izquierda intentan transformar la elección presidencial en un verdadero plebiscito contra Piñera. Ellos, más que defender sus propuestas, cuando las tienen, están más dedicados a atacar al candidato de la derecha que otra cosa. Lo mismo sucede con el gobierno, donde sus ministros, especialmente la vocera, parecen más ocupados de aquello que de hacer su pega, que es gobernar.

Se trata de una estrategia desesperada, pero lógica. Como ven que los votos no los favorecen, que ninguno de sus candidatos logra entusiasmar, entonces se vuelcan a despertar el antipiñerismo, como una última esperanza. En pocas palabras, se trata de intentar ganar no por las virtudes propias, sino por los defectos del otro, una fórmula tan vieja como la política misma.

Pero, si uno observa las encuestas y proyecciones electorales, nada de aquello está resultando. Piñera sigue creciendo, al punto que algunos no descartan que gane en primera vuelta, algo que es poco probable, pero que habla del estado en que están las cosas.

Lo anterior sucede por varias razones. La primera es que éste no es un plebiscito. Es más, si Piñera estuviera corriendo solo, es probable que tendría menos aprobación que la que muestra; es la debilidad de los otros, el contraste, lo que lo hace crecer más allá de su voto duro. Cuando, por ejemplo, Guillier dice que presentará su programa después de la primera vuelta, provoca no solo una decepción muy grande en sus filas; de paso, apuntala a Piñera. Ejemplos de esto hay todos los días.

La segunda razón por la cual la estrategia no resulta tiene que ver con el hecho de que es muy difícil movilizar a la gente para que vote contra alguien. Ya es tremendamente complejo que vayan a votar por su candidato, para que ahora lo hagan porque no quieren que gane alguien. Eso es ficción.

Tercero, porque el famoso antipiñerismo que se pretende fomentar no ha calado como esperaban. Por el contrario, a medida que se acerca la elección, en las encuestas, Piñera aparece como el político mejor evaluado, el más confiable, honesto y preparado para ser presidente. O sea, toda la campaña en su contra solo parece haberlo fortalecido.

En suma, la idea de que lo que está en juego es votar contra Piñera, no prende por ninguna parte. Es un dilema falso. La gente parece tener claro que ésta es una elección y no un plebiscito. Y si gana Piñera, como es probable, es porque la mayoría lo apoya a él y quiere que sea presidente. Lo demás es música.

Una reflexión final. A propósito de su reciente victoria en el campeonato de Fórmula 1, Mercedes lanzó un video donde hace un homenaje a su gran contendor, la Scudería Ferrari, que termina con la siguiente frase: “El valor de una victoria se encuentra en la grandeza del oponente”. Un estándar de nobleza para la competencia que está muy alejado de lo que vemos hoy en Chile.

Publicado en La Tercera.

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