Sobre gusto

11 de Junio 2019 Columnas

Recuerdo el momento en que Cristiano Ronaldo miró sorprendido el homenaje que recibió en el aeropuerto de Madeira. El hijo ilustre de Portugal, desfigurado y maltrecho en un bronce reluciente, tomó con humor y amabilidad la falta de oficio que allí se observaba. La retahíla de comentarios y la inmediata construcción de piezas gráficas sobre el asunto, sacó cientos de carcajadas en las redes sociales. Poco después, el escultor logró congraciarse con Madeira y el futbolista al presentar una nueva escultura que dejó a todos, en esta oportunidad, a pleno gusto.

Para Mikel Dufrenne, el gusto es la oposición entre la preferencia individual y la finura del juicio en su representación. En otras palabras, puede el motivo elegido no ser patrio o histórico, pero si el trabajo intelectual y material está bien realizado, propende a una buena recepción.

En el marco de la celebración de los 130 años del natalicio de Gabriela Mistral se inauguró a un costado de la Ruta 5 norte una escultura de dimensiones épicas. Ocho metros de alto, realizada en un entablado de madera que muestra a una Gabriela sentada y anciana mirando con melancolía y ternura el camino que lleva al Elqui.

No dejo de recordar el rostro de Ronaldo. ¿Le hubiera gustado a Gabriela Mistral su escultura? ¿Se lo hubiera tomado con gracia? Y Laura Rodig, quien fue escultora, ¿habría estado de acuerdo con la materialidad, la técnica usada o el emplazamiento?

Los chilenos somos delicados. No nos gusta la imposición, sobre todo cuando tiene que ver con nuestro patrimonio cultural simbólico. Hace diez años la encuesta realizada sobre el proyecto de Oscar Niemeyer para el Centro Cultural de Valparaíso mostró con claridad que siendo la excárcel un lugar patrimonial de amplia y profunda significación, no podía entregarse -ni siquiera a un gran arquitecto- sin la revisión y fundamentación de la obra.

Si bien sobre gusto no hay nada escrito, sí se puede realizar un levantamiento informativo que oriente sobre la inclinación estética del chileno. Hoy en día en que el vínculo con el medio y el bienestar social son parte integral de las políticas públicas, parece esencial realizar un testeo comunitario previo a la realización y colocación de una obra emblemática como esta. Por otra parte, estas instancias al plantearse en las redes sociales producen polémica, la cual siempre es acogida y conducida por instituciones educativas superiores generando espacios de verdadero pensamiento crítico.

Gabriela Mistral fue prolífica. Redactó discursos sociales transgresores para su época. Participó en la reforma educacional de México y ejerció varios cargos consulares sin recibir ni un solo peso. Escribió poesía, prosa, correspondencia, discursos. Aun cuando la gente no ha leído profusamente su obra, posee una sensación estética, como dice Anne Cauquelin, que debiera ser cuantificada y considerada.

Publicada en El Mercurio de Valparaíso.

Redes Sociales

Instagram