La demanda de Chile a la Corte Internacional de La Haya para que ésta confirme que el Silala es un río internacional, es un giro de una política de reacción a otra de acción que debemos aplaudir, después de haber recibido las demandas de Perú y Bolivia.

Sin embargo, hay que ser cautelosos, Evo Morales no variará su diatriba contra Chile; por el contrario, le hemos dado nuevos argumentos para polarizar su discurso. En este sentido, e independiente de que el Tribunal nos dé la razón, Morales no va a cesar en sus ataques porque lo que busca no es justicia, ni en el caso del Silala ni en la demanda por una salida soberana. Lo quiere Morales es victimizar a su país en el ámbito internacional y unir el frente interno a través de la creación de un enemigo común: Chile. Nuestro país o, más bien, la causa en contra de nosotros, puede allanar el camino para un nuevo referéndum que le permita cambiar la Constitución y seguir otro periodo en el poder.