I.- El tema para la conmemoración de este año

Este lunes 22 de marzo se celebrará el Día Mundial del Agua, que se conmemora desde 1993, que tiene como lema: la valoración del agua.

Con el título de #Water2me, la ONU puso en marcha una campaña en redes sociales con el objetivo de generar conversaciones, recopilar opiniones y comentarios de personas de todo el mundo sobre el agua y lo que significa para ellos.

El objetivo de la campaña es comprender cómo la gente valora el agua, ya sea económica, social, culturalmente o de otras formas, y qué papel juega en sus vidas. De aquella reflexión pueden surgir preguntas y debates, por ejemplo, en torno a qué función desempeña el agua en las prácticas culturales de nuestros pueblos originarios; qué función desempeña el agua a nivel del hogar, el trabajo o la educación; cuál es el rol que juega el agua en las decisiones políticas; y, teniendo en cuenta las actuales circunstancias, como garantizar el acceso de toda la población -sin excepción de ningún tipo-, a un agua en cantidad y calidad suficiente para ya no sólo subsistir, sino que también combatir para el flagelo del COVID19.

II.- Los desafíos para este año en torno al agua

Los desafíos actuales, pero también permanentes en torno al agua en Chile, son aquellos que muy bien se han ido debatiendo centralmente por la opinión pública desde por lo menos un par de años.

Según el Instituto de Recursos Mundiales (WRI), 17 países enfrentan un “estrés hídrico extremo” (25% población del mundo) y Chile es el número 18, el primero en categoría “estrés hídrico alto”. Vinculado con ello, se encuentra el Desafío del Objetivo 6 ODS de la ONU, sobre todo en sectores rurales de Chile donde existe aún una gran brecha.

Dicho escenario ha generado numerosos conflictos territoriales de carácter socioambientales y fuertes cuestionamientos institucionales, provocando una verdadera desafección en torno a la regulación de aguas.

Es, por tanto, imprescindible dar un salto cualitativo y cuantitativo en torno al modo en que se gestionan los recursos hídricos en nuestro país. La fórmula que ha dado mejor resultado en numerosos países: España, Israel, Alemania, Australia, el oeste de EE.UU. es la Planificación Hidrológica, normativa y técnica a la vez.

Con independencia que, a mediano plazo, se camine a formas específicas de planificación para estas situaciones, a través de la PH, se permite configurar en general de una acción preventiva y prospectiva en torno a los recursos hídricos, no de remediación de catástrofes, constituyendo -probadamente-, la herramienta más eficaz para la distribución eficiente y solidaria del recurso disponible.

Hacia allá debemos avanzar en beneficio de cada uno de los habitantes de nuestro país.

Publicado en El Mercurio de Valparaíso