Hay incertidumbre sobre los resultados de la elección de constituyentes. Es una elección excepcional, no demasiado comparable a otras que podrían servir de referencia para hacer pronósticos. Es la primera elección en que se aplica el mecanismo de la paridad, en que existen escaños para pueblos indígenas y en que hay cupos para personas con discapacidad. Además, el número de candidaturas independientes es inédito y mucha gente ha manifestado que votará por ellas. Aún así, los análisis electorales coinciden en algunas proyecciones que invitan a pensar.
Según estos estudios, la representación de la derecha en la Convención será más alta que el porcentaje de votos que obtenga en las urnas, saldrán elegidos más políticos tradicionales que los que la gente espera y se perderán muchos de los candidatos independientes, aún teniendo alta votación. El sistema electoral D’Hondt privilegia a las coaliciones amplias. La misma cantidad de votos permite escoger un número mayor de constituyentes si esos votos se concentran en una sola lista. Como la derecha va reunida en una lista y la centro izquierda va dispersa en varias, habrá sobrerrepresentación de la lista Vamos por Chile en los resultados. Pepe Auth proyectó -advirtiendo sí sobre la incertidumbre- que la derecha puede obtener el 31,8 % de los votos, logrando con eso el 43% de los puestos en la Convención. Se calcula que las listas de independientes solo elegirán cerca del 4% de los constituyentes, aunque llegarán también otros independientes que van en listas de partidos.
En resumen, la composición de la Convención va a ser bastante más conservadora que los votantes, habrá en ella más políticos que los que la gente imagina y muchos de quienes voten por listas de independientes verán que sus candidatos se pierden. Para evitar el desencanto con el resultado, es importante el protagonismo que asuman desde el primer día las y los constituyentes que representen el espíritu del cambio que exigió la movilización social: las mujeres progresistas que sean caras nuevas en la política, las y los representantes indígenas y los independientes. Además, será necesario potenciar liderazgos que permitan el éxito de la Convención, considerando el desafío que impone la regla de los 2/3 para llegar a resultados. Los líderes enérgicos que impulsen y defiendan iniciativas no bastan. También se necesitará personas dialogantes, con agudeza para leer y desescalar los conflictos, que generen confianza transversal, que sean creativas al momento de proponer acuerdos y negociadoras hábiles (para lo que el exceso de ego puede ser un obstáculo). Nuestros constituyentes deberán ser capaces de convocar y sostener la esperanza de un pueblo escéptico, pero que quiere que le den razones para creer. ¿Quién es esa persona en su distrito?
Publicado en La Segunda