Patrimonio Regional

15 de Febrero 2019 Columnas

Cuando me pregunto sobre nuestro patrimonio o qué es lo que debe rescatarse de él, siempre me hace ruido la figura del artista o artesano, su historia, su biografía. Si nuestro patrimonio es el acervo cultural de alguna manera la tenacidad y compromiso de un ciudadano que ha estado vinculado al arte durante toda su vida es también objeto de estudio.

Arturo Rojo Figueroa (1936-2007) fue pescador por cuarenta años en la bahía de Zapallar. Salía de noche a buscar congrio para las familias de la zona, tapaba sus piernas con un pesado cuero de oveja y, remos en mano, seinternaba en los roqueríos de la playa, donde comenzó a mirar con nuevo sentido a su pueblo.
Su producción pictórica es numerosa y el destino de su obra variado. Desde Zapallar a Estados Unidos, Latinoamérica y Europa, esteartista de Naif, como él se presentaba, exhibe en sus pinturas y dibujos el habitar de la zona. Pescadores, veraneantes, fiestas populares, cerros y casas van mostrando el mundo de lo cotidiano en la provincia. Su obra es un recorrido de época y un testimonio visual de la zona geográfica, constituyendo una fuente de interpretaciones visuales, sociológicas y geoculturales de la región.

La artesanía y la necesidad marcaron su vida. Picapedrero, albañil y jardinero son desempeños que se suman, mediante los cuales conoció a pintores e intelectuales de la zona, desarrollando lentamente una concepción estética que definiría su obra en Chile y en el mundo. Y como si esto fuera poco, me entero en medio de la investigación que Arturo Rojo tuvo visión monocular desde su temprana infancia. Junto a su biografía profusa en oficios manuales y de gran esfuerzo físico, su pintura fue realizada con visión mermada, sin resentir problemas de perspectiva o profundidad de campo. Sin duda que este hombre sorprende. Trabajador de día y bohemio de noche. Guitarrero y cantador, a Rojo no se le iba la vida entre las manos.

Cualidades personales, trabajo consistente y perseverancia. Estas son las tres características del selfmade man postulado por Henry Clay, en el capitalista e industrializado siglo XIX. Un hombre que se ha hecho a sí mismo y ha logrado surgir de la pobreza sin ayudas políticas o herencias familiares. Arturo Rojo y su obra pictórica son claramente un patrimonio Zonal. Hoy, en medio de nuevas propuestas teóricas y revisiones de las estéticas contemporáneas, en un tiempoen que lo multidisciplinario es el eje nutritivo que permite pensar las otrora producciones cercadas por sus áreas, su pintura nos da nuevas luces sobre la modernidad y su proyecto en nuestra identidad regional y nacional.

 Publicado en El Mercurio.

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