Nothing comes from nothing

21 de Junio 2021 Columnas

No se puede cosechar lo que no se ha sembrado, versa un refrán popular y también lo cantaba una joven Julie Andrews en la novicia rebelde: “Nothing comes from nothing”. Y si se quiere podemos ir más atrás y llegamos hasta los griegos con su “Ex nihilo nihit fit”. Cito estas expresiones a propósito del mea culpa del rector de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Claudio Elórtegui, quien sostiene que deben : “asumir la responsabilidad que tenemos como instituciones universitarias por la falta o la insuficiencia del compromiso país que tienen muchos jóvenes, así como de las conductas de minorías que dan señales inadecuadas en cuanto a sus procedimientos”. Detengámonos un poco y hagamos memoria, pues.

En el año 2010, el entonces ministro de educación, Joaquín Lavín, anuncia una reducción de horas de clases de Historia y Ciencias Sociales para los alumnos de educación básica y de la media. La medida tuvo una fuerte reacción crítica de parte de numerosos intelectuales, académicos y especializados en educación, quienes argumentaron en su momento: “Que la reciente medida anunciada no asegura el cumplimiento de la formación de ciudadanos que valoren los principios de libertad, igualdad, justicia, pluralismo, respeto por los derechos humanos, que sean tolerantes y capaces de interpretar la realidad social pasada y presente, elementos planteados en el propio marco curricular del MINEDUC.”

Sigamos haciendo memoria. En el año 2019, el Consejo Nacional de Educación, avalado por la entonces ministra de educación, Marcela Cubillos, anunciaba una nueva medida. Esta vez se trataba de la opcionalidad del ramo de Historia para los alumnos de tercero y cuarto medio. No solo Historia, sino que también el ramo de Filosofía ha sido debilitado mediante diversas modificaciones curriculares. Frente a la eliminación del ramo y una propuesta de “fundición” con otra disciplina, allá por el año 2016, Carlos Peña, rector de la Universidad Diego Portales criticaba: “No es la suerte de la filosofía y de sus cultores la que se juega en una decisión como la de suprimir la enseñanza de la Filosofía del currículum escolar; es la fisonomía de la cultura pública en Chile la que, siquiera en parte, se arriesga en esa decisión”.

Y así, podemos ir más atrás todavía y recordar que en el año 1998, bajo el gobierno de Eduardo Frei, se eliminó de la malla curricular la asignatura de Educación Cívica. En fin, creo que debemos leer esa “falta de compromiso país de los jóvenes” dentro de un contexto mayor, más complejo y de larga data. Y es que el sistema universitario, pudiendo y debiendo hacer algo por la formación de jóvenes con compromiso país, recibe jóvenes de un sistema de educación básica y media con enormes vacíos en ese ámbito.  Por eso, y  retomando a la Julie Andrews en la delicada canción Something Good, si queremos jóvenes comprometidos, primero pensar que: “So somewhere in my youth or childhood I must have done something good” (Así que en algún momento de mi juventud o niñez debo haber hecho algo bueno).  A todo esto y para los melómanos, hay una versión de Caetano Veloso del mismo tema que es toda una joyita.

Publicada en El Mercurio de Valparaíso.

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