Lucha de “titanas”

28 de Noviembre 2021 Columnas

Sin casi darnos cuenta, ya se fue un cuarto de la campaña para la segunda vuelta presidencial. Y quizás precisamente el poco tiempo entre las votaciones hizo que estos días fueran extremadamente vertiginosos.

La lucha descarnada por lograr acaparar la votación del resto de los postulantes a La Moneda, en esta batalla que –se prevé- será voto a voto, ha determinado que tanto Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) como José Antonio Kast (Partido Republicano) hayan pasado gran parte de este primer cuarto intentando capitalizar la mayor cantidad de respaldos posibles.

Pero, además, esta semana estuvo marcada también por la gestión de crisis y minimización de riesgos por parte de las candidaturas, en el entendido de que cualquier conflicto a estas alturas será difícil de contrarrestar. Las urnas no perdonan.

En este panorama, las mujeres se convirtieron en una pieza fundamental para ambos candidatos. Así, Gabriel Boric –en una astuta jugada- logró instalar en la primera línea de su comando a la ahora expresidenta del Colegio Médico, Izkia Siches. Una mujer fuerte, que logró notoriedad a partir del manejo de la pandemia, como contraparte del gobierno en la gestión epidemiológica. La labor de Siches fue tan potente y mediática, que desde 2020 comenzó a destacar en las encuestas y en septiembre de este año, apareció en el tercer lugar entre las figuras políticas mejor evaluadas por la ciudadanía. Su nombre incluso comenzó a sonar como presidenciable el año pasado, lo que ella descartó tajantemente.

Pero ahora, decidió no solo respaldar la candidatura de Boric, sino asumir como su jefa de campaña. Y llegó con un mensaje cargado de épica, comparando a Chile con una mujer embarazada y afirmando que “he visto en los ojos de mi hija la ilusión por el futuro”, para luego, en su primer día instalada en el comando, subrayar el concepto de campaña inclusiva y ciudadana (justo cuando Daniel Jadue “olvidó” que deben convocar a los votantes de Parisi y afirmó que “son tremendamente individualistas y solo buscan más plata en el bolsillo”).

Mientras aquello sucedía en el comando de Apruebo Dignidad, en el del Frente Social Cristiano se gestionaba la crisis: las palabras del diputado electo por el distrito 10, Johannes Kaiser caían como balde de agua hirviendo sobre la campaña de Kast. En ese marco, comenzaron a viralizarse videos del parlamentario electo, en el que ponía en cuestión el derecho a voto de las mujeres y aseguraba que había que darle una “medalla de honor” a quienes ultrajaran a mujeres “feas”. Pero el broche de oro fue su frase “un 62% de las mujeres tiene la fantasía de ser violada y al mismo tiempo salen a protestar”, lo que incluso motivó el anuncio de un proyecto de ley contra quienes hagan apología de la violación.

Kast intentó actuar rápido y alejarse de Kaiser, que –en el intertanto- renunció a la colectividad. A propósito de aquello, el presidenciable republicano pidió a todos los parlamentarios de la tienda “evitar irse con los tarros”. Sabio consejo sobre todo cuando el abanderado ha sido criticado por su propuesta de eliminar el Ministerio de la Mujer o la obstaculización de la ley de aborto en tres causales, entre otros temas.

Aunque fuera a instancias de RN y la UDI, esta semana Kast entendió que no podía ahondar en este tipo de iniciativas. Mucho menos considerando que el padrón electoral habilitado para este año considera más mujeres que hombres (7.288.665 versus 7.671.280) y que muchas de ellas pueden querer seguridad y orden, los caballitos de batalla de Kast, pero también exigen que se respeten sus derechos y que aquello es el “desde” para conversar.

Por eso, la jugada de Kast al finalizar la semana fue astuta. Como si fuera una partida de póker en el que yo pongo una ficha y tú dos más, intentó neutralizar tanto la crisis Kaiser, como la llegada de Izkia Siches al comando de Boric. Y anunció el arribo de la subsecretaria Paula Daza a su equipo. Una mujer fuerte también, que incluso en la encuesta CEP de septiembre apareció como la figura política mejor evaluada por los chilenos, a partir de su gestión de la pandemia y que ahora se suma al grupo republicano para “dar garantías” de que el próximo gobierno continúe con la lucha contra el COVID.

Todo parece apuntar a que gran parte de los esfuerzos de los presidenciables en esta segunda vuelta estarán enfocados en captar el voto femenino y la llegada de Siches y Daza a la primera línea será una lucha de “titanas”, haciendo carne la consigna que Kaiser debiera aprender: nunca más sin nosotras.

Publicada en El Mercurio de Valparaíso.

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