Las poderosas señales de la CEP

30 de Octubre 2017 Columnas

La última encuesta CEP entregó algunas poderosas señales. La primera es que tendríamos segunda vuelta. Sebastián Piñera está cerca de conseguir mayoría absoluta el próximo 19 de noviembre, pero los números anticipan que la pelota pegará en el palo. La segunda vuelta, en cualquier caso, tiene cara de trámite. El escenario se parece mucho al de 2013, cuando Michelle Bachelet obtuvo 46,7% de los votos y le sacó más de 20 puntos de diferencia a su más cercana perseguidora, Evelyn Matthei. Esta vez Piñera jugaría el rol de Bachelet y Alejandro Guillier el de Matthei. Es decir, Guillier enfrenta un escenario casi imposible de remontar.

La segunda noticia es la caída de Beatriz Sánchez. La candidata del Frente Amplio irrumpió con fuerza en el escenario político nacional después de vencer en su respectiva primaria. Llegó a amenazar seriamente el segundo lugar de Guillier. Algo parecido a lo que ocurrió con Marco Enríquez-Ominami en 2009: en aquella ocasión, el comando de Eduardo Frei pasó susto ante la arremetida del entonces joven diputado progresista. El peligro finalmente se disipó y Frei superó a ME-O por nueve puntos en la primera vuelta. Ahora es el entorno de Guillier el que respira tranquilo: el segundo puesto parece asegurado. ¿Cómo explicar el fuerte tropiezo de la candidata de Boric y Jackson? Algunos creen que se trata de una cuestión programática: los chilenos no quieren un viraje radical a la izquierda. Otros piensan que se trata de una cuestión más bien contingente: Sánchez no resultó tan buena candidata como se pensaba, y los líos internos del Frente Amplio le han pasado la cuenta. Como fuese, sus promotores deben ponerse las pilas: para instalarse en el imaginario nacional como una fuerza política de cuidado, el Frente Amplio debe aspirar a un 15% en la presidencial. Menos de dos dígitos es un fracaso.

La tercera señal es la resurrección de ME-O. No es para destapar champán. En su primera incursión presidencial obtuvo el 20% de las preferencias. Bajó a 10% en su segundo intento. Ahora está festejando un 5%. Sin embargo, en las últimas mediciones prácticamente no existía. ME-O ha aprovechado la campaña para recordar a los chilenos que la suya no es una postulación improvisada, que se maneja en todos los temas y puede ser el candidato que la izquierda necesita. Su crecimiento parece ser a costa de lo que pierde Beatriz Sánchez.

Finalmente, la encuesta CEP sugiere que José Antonio Kast no era tan temible como se pudo pensar. Está lejos de los 7 u 8 puntos que lo convertirían en un pequeño fenómeno electoral en la derecha. Es una buena noticia para el piñerismo: no hay que sobre-preocuparse por contener a Kast con un discurso de extrema derecha. Si llega sexto después de ME-O y Goic, lo suyo habrá sido una anécdota.

La encuesta CEP es seria, aunque le moleste a Goic -que hizo la pataleta de una mala perdedora. No es un oráculo, pero es una de las mejores fotos del momento.

Publicado en Las Últimas Noticias.

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