La conciliación entre trabajo y cuidados de hijos, no puede depender de la buena voluntad del empleador

15 de Junio 2022 Columnas

Hoy nos han informado, con dos semanas de anticipación, que las vacaciones de invierno de NNA se adelantan. Y no solo se adelantan, sino que se extienden una semana más. Las unidades de cuidados críticos pediátricos están a una capacidad que realmente preocupa, por lo que se entiende la medida desde lo sanitario para bajar los contagios. Ningún padre, madre o cuidador quiere exponer a sus hijos e hijas y sin duda la comprendemos, tal como lo solicitaron la Ministra de Salud y el Ministro de Educación.

Pero, el problema está en cómo nos organizamos los padres, madres y cuidadores que estamos trabajando y que contamos con salas cunas, jardines y colegios para poder trabajar. ¿Qué hacemos con nuestros hijos e hijas esta semana que se suma a las vacaciones? Nuevamente, como ya ha sucedido en esta pandemia, existirán familias que podrán re-organizarse y hacer el esfuerzo para arreglárselas para cuidar a sus hijos e hijas. Pero no todas las familias cuentan con los recursos económicos, o redes de apoyo para poder cubrir estas tareas de cuidado. En el punto de prensa se habla de la comprensión, del esfuerzo que esto involucra a las familias, y como se altera el orden en las mismas. También se hace referencia a que se empatiza, con las madres en particular, y sobre todo con aquellas que crían solas… pero ¿qué solución tenemos para ellas?

Bueno, al respecto se nos explica que detrás de esta decisión hay trabajo intersectorial que se hizo para tomar esta medida, pero esta coordinación es entre Ministerio de Salud y Ministerio de Educación. Y no responde a la pregunta, de ¿qué hace la mamá que debe ir a trabajar y no cuenta con la sala cuna?, ¿qué hacemos con nuestros hijos e hijas cuando nosotros, los adultos a cargo debemos seguir manteniendo la presencialidad? Al respecto, se pide a los empleadores “empatizar” con esta situación, y permitir el teletrabajo u otra medida que acompañe a esta situación de la mejor manera. Pero, ¿es justo que a los empleadores sólo se les pida empatizar? ¿Es justo que como trabajador o trabajadora mi solución dependa de la flexibilidad y la buena voluntad de mi empleador?

Las familias ya hemos debido adaptarnos constantemente en esta pandemia a cierres y aperturas de estos establecimientos tan necesarios como apoyo también en la crianza. Entonces, ¿no será hora que estas decisiones estén acompañadas de algunas medidas que protejan a los trabajadores? Medidas donde por ejemplo, los trabajadores con hijos-hijas menores -que asisten a sala cuna, preescolar o educación básica- cuenten con el derecho de poder quedarse en sus casas al cuidado de los mismos, u otorgar también a estos una semana de vacaciones extra “obligatoria” (tal como lo hacen con nuestros hijos e hijas), que exista el deber de los empleadores a generar alguna medida interna en relación a los trabajadores que se ven afectados por esta medida, que no ponga en peligro la continuidad de su trabajo.

Entonces, comprendemos como familias que esta medida ayuda a descongestionar el sistema de salud, pero sabemos que también afecta directamente, y sobre todo, a la fuerza laboral femenina (quienes somos las principales cuidadoras en la mayoría de los casos). Por ello, creo que estas decisiones deben ir acompañadas de medidas que permitan la conciliación entre trabajo y el cuidado, y no solo quedarse en apelar a la buena voluntad de los empleadores.

Publicada en La Segunda.

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