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Investigar, difundir y cuidar

Valparaíso ha conocido, en los últimos lustros, bastante de este deterioro. Y es cierto que mucho se ha dicho y escrito al respecto, sobre todo en relación al abandono que sufren ciertas edificaciones emblemáticas de la ciudad. Muchos de estos espaci...
Magdalena Pereira

Magdalena Pereira

Doctora en Historia del Arte
  • Doctora en Historia del Arte, Universidad de Sevilla, 2018
  • Magíster en Historia del Arte, Universidad de Sevilla, 2011
  • Licenciada en Historia, Pontificia Universidad Católica de Chile, 2001

Fundadora y directora de Fundación Altiplano. Responsable de la investigación y publicaciones del Plan de restauración y conservación de templos andinos de Arica Parinacota, 2002 a la fecha.

Fue becaria Fundación Andes como pasante National Gallery of Art, D.C., 2002....

En estas fechas volvemos a celebrar el Día de los Patrimonios. Una efeméride que busca poner en valor aquello que forma parte de nuestra tradición y memoria cultural, en las amplias dimensiones que esta última tiene. Sin duda alguna, una iniciativa importante que busca acercar a la comunidad al reconocimiento de los “tesoros” que conforman nuestro acervo cultural, aunque, por cierto, insuficiente.

Una educación patrimonial debería contemplar, un acercamiento permanente a las tradiciones locales y los espacios comunitarios. A su mantención y cuidado, porque son contenedores de costumbres y memorias que dan cuenta de aquello que se manifiesta como un baluarte socialmente transversal: la identidad. El poco respeto por los espacios patrimoniales en Chile es producto de esa falta de educación y, a la vez, de la poca prioridad que le han otorgado las autoridades a este tipo de políticas

Valparaíso ha conocido, en los últimos lustros, bastante de este deterioro. Y es cierto que mucho se ha dicho y escrito al respecto, sobre todo en relación al abandono que sufren ciertas edificaciones emblemáticas de la ciudad. Muchos de estos espacios han logrado mantenerse, no tanto por iniciativas públicas, sino que por el esfuerzo de privados. En ese sentido, dos iniciativas son las queremos destacar:

La primera tiene que ver con el desarrollo del futuro Museo del Inmigrante en Valparaíso. Este representa un interesante esfuerzo particular asentado en la familia Dib. A partir de la restauración del edificio perteneciente al antiguo Colegio Alemán, se intenta constituir un espacio en que converjan los relatos y experiencias de las distintas comunidades que se asentaron en el pujante puerto durante los siglos XIX y XX.

La segunda se refiere al trabajo que viene realizando el Centro de Estudios del Patrimonio de la Universidad Adolfo Ibáñez y el Banco Santander, para la puesta en valor de su sede histórica de la calle Prat.  Este edificio, originalmente perteneciente al Banco AngloSudamericano, da cuenta de la importancia del puerto como capital económica de Chile a comienzos del siglo XX. La señera construcción mantiene todo su porte y grandeza gracias a los buenos oficios del Banco Santander, que se ha preocupado de su mantención y conservación. Actualmente, se trabaja en el desarrollo de un recorrido guiado por sus instalaciones, incorporando el uso de tecnología para poder entregar información y una experiencia inmersiva al visitante y la comunidad.

Ambas iniciativas tienen como finalidad poder aportar a la conservación del Patrimonio Local, así como también educar y acercar a la comunidad al conocimiento de aquello que es su propia herencia, porque conocer es el único que camino posible para valorar y proteger.

Publicada en El Mercurio de Valparaíso.

Investigar, difundir y cuidar

Valparaíso ha conocido, en los últimos lustros, bastante de este deterioro. Y es cierto que mucho se ha dicho y escrito al respecto, sobre todo en relación al abandono que sufren ciertas edificaciones emblemáticas de la ciudad. Muchos de estos espaci...

En estas fechas volvemos a celebrar el Día de los Patrimonios. Una efeméride que busca poner en valor aquello que forma parte de nuestra tradición y memoria cultural, en las amplias dimensiones que esta última tiene. Sin duda alguna, una iniciativa importante que busca acercar a la comunidad al reconocimiento de los “tesoros” que conforman nuestro acervo cultural, aunque, por cierto, insuficiente.

Una educación patrimonial debería contemplar, un acercamiento permanente a las tradiciones locales y los espacios comunitarios. A su mantención y cuidado, porque son contenedores de costumbres y memorias que dan cuenta de aquello que se manifiesta como un baluarte socialmente transversal: la identidad. El poco respeto por los espacios patrimoniales en Chile es producto de esa falta de educación y, a la vez, de la poca prioridad que le han otorgado las autoridades a este tipo de políticas

Valparaíso ha conocido, en los últimos lustros, bastante de este deterioro. Y es cierto que mucho se ha dicho y escrito al respecto, sobre todo en relación al abandono que sufren ciertas edificaciones emblemáticas de la ciudad. Muchos de estos espacios han logrado mantenerse, no tanto por iniciativas públicas, sino que por el esfuerzo de privados. En ese sentido, dos iniciativas son las queremos destacar:

La primera tiene que ver con el desarrollo del futuro Museo del Inmigrante en Valparaíso. Este representa un interesante esfuerzo particular asentado en la familia Dib. A partir de la restauración del edificio perteneciente al antiguo Colegio Alemán, se intenta constituir un espacio en que converjan los relatos y experiencias de las distintas comunidades que se asentaron en el pujante puerto durante los siglos XIX y XX.

La segunda se refiere al trabajo que viene realizando el Centro de Estudios del Patrimonio de la Universidad Adolfo Ibáñez y el Banco Santander, para la puesta en valor de su sede histórica de la calle Prat.  Este edificio, originalmente perteneciente al Banco AngloSudamericano, da cuenta de la importancia del puerto como capital económica de Chile a comienzos del siglo XX. La señera construcción mantiene todo su porte y grandeza gracias a los buenos oficios del Banco Santander, que se ha preocupado de su mantención y conservación. Actualmente, se trabaja en el desarrollo de un recorrido guiado por sus instalaciones, incorporando el uso de tecnología para poder entregar información y una experiencia inmersiva al visitante y la comunidad.

Ambas iniciativas tienen como finalidad poder aportar a la conservación del Patrimonio Local, así como también educar y acercar a la comunidad al conocimiento de aquello que es su propia herencia, porque conocer es el único que camino posible para valorar y proteger.

Publicada en El Mercurio de Valparaíso.