Hoy estamos enfrentando desafíos planetarios (crisis climática, crisis social, Covid), que están haciendo urgente repensar lo humano desde una perspectiva global, las respuestas particulares están mostrando ser insuficientes.
Hasta ahora en la historia de la humanidad ha prevalecido remarcar las diferencias, en gran medida las luchas, guerras, genocidios se han gestado porque un grupo ha buscado hacer predominar su particular visión o alguna diferencia (ideológica, de credo, raza, etc.) sobre otros, pero ¿Qué ocurriría si eligiéramos remarcar las comunalidades en vez de las diferencias?
Hoy tenemos la urgente necesidad de pensarnos como seres interdependientes, no como individuos, grupos o países separados unos de otros, sino como una comunidad global, necesitamos recuperar la noción de humanidad compartida.
La perspectiva de la humanidad compartida apela a reconocer todos aquellos aspectos que tenemos en común, pero que entre tanto remarcar las diferencias se nos olvida.
Puede ser valioso recordar que los seres humanos somos desde lo biológico familiares de especie, compartimos un modo de estar en el mundo, compartimos un cuerpo, un sistema nervioso que nos hace responder de un modo similar ante lo que nos ocurre. También compartimos que habitamos un mundo relacional y social, no podemos vivir aislados, y requerimos del cuidado y presencia de otros.
No es difícil de reconocer que es en base a lo que compartimos que luego establecemos las diferencias, sin estas comunalidades las diferencias no serían posibles.
Por supuesto, las diferencias no son un problema en si mismo, el problema se genera cuando a partir de ellas creamos la ilusión de separación y división entre personas y grupos.
Necesitamos promover una educación que apunte a visibilizar lo que tenemos en común, una educación que fortalezcan las habilidades socio-emocionales, tales como la presencia plena (mindfulness), la empatía y la compasión, y es que, si tenemos alguna oportunidad de afrontar exitosamente los desafíos planetarios a los cuales estamos enfrentados, esto solo será posible si recuperamos la noción de humanidad compartida.
Publicada en
La Segunda.