Señor Director:

A partir del reportaje de Artes y Letras sobre el valor del libro en Chile, coincido con aquellos que señalan que el problema está en la escasa valorización que damos a los libros en nuestro país. La mejor evidencia surge cada vez que alguien publica un libro.

La reacción inmediata del entorno es pedir al autor el libro de regalo, asumiendo, de forma errónea, que quien publica, además de ganar dinero, posee una cantidad infinita de ejemplares para obsequiar.

Se desconoce el largo, lento y fatigoso proceso que está detrás de una publicación. Y es que, salvo para autores consagrados, redactar un libro en Chile, al final de cuentas, termina siendo la parte más sencilla de un largo camino de publicación, la que concluye, no como uno espera, con el mejor reconocimiento que puede haber para un autor, que es que le compren el libro, sino con la pregunta ingenua, pero molesta, de quien, desconociendo todo este proceso, pide que se lo regalen.

Publicado en El Mercurio.