La historia de Claudio Arrau es la historia de una madre valiente y decidida, de un padre ausente por una muerte repentina, de una beca del gobierno de Chile que duró 10 años, de un profesor visionario y estricto (Martin Krause), de un psiquiatra fascinado con los bloqueos en la interpretación musical, de una homosexualidad aprisionada, de una memoria prodigiosa, de la primera grabación al piano de las variaciones Goldberg de Bach, de un premio nacional lleno de intrigas y oposiciones, de la emboscada pinochetista más grosera que se le pudiera haber echo a un pianista que se opuso a las dictaduras, una emboscada que lo pilló por sorpresa en pleno escenario del Teatro Municipal de Santiago después de 17 años de ausencia y que antepuso la marcialidad del himno nacional a su concierto. La historia de Arrau es la historia de una vida irrepetible como ha dicho la propia autora del libro Claudio Arrau, la prolífica periodista Marisol García. Recién publicado por la editorial Hueders, el libro es un perfil cariñoso e indispensable que vuelve a conectarnos con la fascinante figura de este pianista-pensador que lo ubica “por sobre la panorámica de todo un siglo, en sus avances y en sus crisis” como escribe García. El legado y patrimonio del pianista esta enredado en un mar de confusiones y negligencias. Tal vez esto explica -en parte- la distancia que aún mantienen el estado de Chile con su figura pese a los 27 años que han pasado desde su deceso. Así como Lucho Gatica, Arrau deslumbró más afuera que adentro. Como fuera, se trata de un músico que no claudicó, un ejemplo macizo de disciplina y rigor, un artista que no se mintió nunca a si mismo, que no fingió emociones, que siguió buscando, que no dio nada por sentado. Marisol García nos lo vuelve a recordar, nos vuelve a hacer pensar “en un músico frente al tiempo, determinado por su curso y, a la vez, por encima de este”.
Publicada en
Revista Cosas.