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El mensaje clave del 1 de junio

Esta Cuenta Publica es fundamental para recuperar la brújula y el control de su Gobierno, que es vapuleado día tras días por eventos trágicos frente a los que hasta ahora no parece haber podido encontrar respuesta.
Fernando Wilson

Fernando Wilson

Doctor en Historia
  • Doctor en Historia, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, 2017.
  • Magíster en Ciencia Política, mención en Relaciones Internacionales, Pontificia Universidad Católica de Chile.
  • Licenciado en Historia, Universidad Católica de Valparaíso.

Es diplomado del curso de Formulación de Política de Defensa y Gestión de Recursos, Centro de ...

La primera Cuenta Pública Nacional del Presidente Gabriel Boric claramente es un momento relevante. No solo por que podrá hacer un balance del breve periodo que lleva en el cargo, sino por que podrá intentar dejar atrás la coyuntura para tratar de conseguir algún grado de control sobre la agenda. Este es un desafío mayor que para otros Presidentes, pues no solo su programa presenta una sucesión de muy ambiciosas reformas estructurales, sino que el ambiente social, económico y politico del país convierten dichos procesos en particularmente complejos y han afectado severamente su instalación en el Gobierno. Nunca tuvo los tradicionales tres meses de “Luna de Miel”, pues los errores no forzados, desde un primer momento le impidieron presentar su agenda o propuestas. De alguna manera, solo pudo dar su primer discurso desde el Balcón de La Moneda el mismo 11 de Marzo, donde un agudo periodista recogió el suspiro de alivio y tensión después de el, denotando la responsabilidad que el joven Presidente siente sobre sus hombros. Desde ese momento, el incidente de la Ministro del Interior en Temucuicui, la violencia en Estación Central y Meiggs, los atentados en la Macrozona Sur y el debate sobre los Estados de Excepción se han apoderaron de todo. Esta situación le genera el difícil escenario de una coyuntura que no le permite desplegar sus propuestas, pero que tampoco puede ignorar o tratar simplemente como interferencia mediática.
Lo anterior implica que no puede dejar de lado, y persistir en la agonía de intentar salidas intermedias imposibles, como ha demostrado el fracaso del proyecto de Quinto Retiro Acotado o más recientemente el Estado de Emergencia también acotado, solo genera inseguridad y dudas. La Cuenta Pública es un momento perfecto para tomar el toro por las astas, y establecer pautas claras de conducta del Gobierno. Por lo anterior, sería esperable que presente definiciones claras en relación al manejo de la seguridad, en su triple mirada; la Migración Ilegal en el Norte, la delincuencia urbana y, por supuesto, el desafío en la Macrozona sur. Debe de acompañar esto con consideraciones concretas en relación al escenario económico de empleo y de la inflación, con programas acotados y concretos. Haciendo eso, despeja el escenario, deriva en los Ministros y Subsecretarios sectoriales los temas atingentes a ellos y el Presidente podría concentrarse en su Programa. Pero antes de eso, debe de confirmar el apoyo del Estado a la situación económica de las familias más desfavorecidas. El desafío ahí es doble, pues lo peor de la inflación está por delante, y si bien se ha contenido el precio de combustibles como la parafina, ello es a cerca del doble del valor del año pasado. Y los alimentos solo seguirán subiendo de precio ante el complejo panorama internacional. Confirmar un rumbo claro en esos ámbitos es clave para permitir, finalmente, bajar a su Programa.
Y es que sobre sus reformas estructurales se juega el Largo Plazo de su Gobierno. Debe de ponerlas en el centro de la Cuenta Publica, y sería esperable que anuncie plazos concretos más allá de aludir a “adelantar al tercer trimestre” el debate legislativo sobre la Reforma Previsional o la Tributaria. La necesidad de “cruzar el río” en estos ámbitos será un desafío importante, en términos que probablemente le sea menos difícil conseguir votos de Oposición que de algunos núcleos duros de sus propias coaliciones de apoyo. Estos procesos serán necesariamente complejos, y el Presidente necesita recuperar apoyo y talante gubernamental. No puede continuar cometiendo errores no forzados, ni él ni su Gabinete.
En esa condición, no solo este Gobierno es el que inaugura una nueva generación en el poder, con todo lo bueno y malo que ello acarrea, sino que además presenta el fuerte desafío de gobernar sin el capital de experiencia que las generaciones anteriores han acumulado desde la década del 80 del siglo pasado y la transición. De esa forma, esta Cuenta Publica es fundamental para recuperar la brújula y el control de su Gobierno, que es vapuleado día tras días por eventos trágicos frente a los que hasta ahora no parece haber podido encontrar respuesta.
Publicada en El Mercurio.

El mensaje clave del 1 de junio

Esta Cuenta Publica es fundamental para recuperar la brújula y el control de su Gobierno, que es vapuleado día tras días por eventos trágicos frente a los que hasta ahora no parece haber podido encontrar respuesta.

La primera Cuenta Pública Nacional del Presidente Gabriel Boric claramente es un momento relevante. No solo por que podrá hacer un balance del breve periodo que lleva en el cargo, sino por que podrá intentar dejar atrás la coyuntura para tratar de conseguir algún grado de control sobre la agenda. Este es un desafío mayor que para otros Presidentes, pues no solo su programa presenta una sucesión de muy ambiciosas reformas estructurales, sino que el ambiente social, económico y politico del país convierten dichos procesos en particularmente complejos y han afectado severamente su instalación en el Gobierno. Nunca tuvo los tradicionales tres meses de “Luna de Miel”, pues los errores no forzados, desde un primer momento le impidieron presentar su agenda o propuestas. De alguna manera, solo pudo dar su primer discurso desde el Balcón de La Moneda el mismo 11 de Marzo, donde un agudo periodista recogió el suspiro de alivio y tensión después de el, denotando la responsabilidad que el joven Presidente siente sobre sus hombros. Desde ese momento, el incidente de la Ministro del Interior en Temucuicui, la violencia en Estación Central y Meiggs, los atentados en la Macrozona Sur y el debate sobre los Estados de Excepción se han apoderaron de todo. Esta situación le genera el difícil escenario de una coyuntura que no le permite desplegar sus propuestas, pero que tampoco puede ignorar o tratar simplemente como interferencia mediática.
Lo anterior implica que no puede dejar de lado, y persistir en la agonía de intentar salidas intermedias imposibles, como ha demostrado el fracaso del proyecto de Quinto Retiro Acotado o más recientemente el Estado de Emergencia también acotado, solo genera inseguridad y dudas. La Cuenta Pública es un momento perfecto para tomar el toro por las astas, y establecer pautas claras de conducta del Gobierno. Por lo anterior, sería esperable que presente definiciones claras en relación al manejo de la seguridad, en su triple mirada; la Migración Ilegal en el Norte, la delincuencia urbana y, por supuesto, el desafío en la Macrozona sur. Debe de acompañar esto con consideraciones concretas en relación al escenario económico de empleo y de la inflación, con programas acotados y concretos. Haciendo eso, despeja el escenario, deriva en los Ministros y Subsecretarios sectoriales los temas atingentes a ellos y el Presidente podría concentrarse en su Programa. Pero antes de eso, debe de confirmar el apoyo del Estado a la situación económica de las familias más desfavorecidas. El desafío ahí es doble, pues lo peor de la inflación está por delante, y si bien se ha contenido el precio de combustibles como la parafina, ello es a cerca del doble del valor del año pasado. Y los alimentos solo seguirán subiendo de precio ante el complejo panorama internacional. Confirmar un rumbo claro en esos ámbitos es clave para permitir, finalmente, bajar a su Programa.
Y es que sobre sus reformas estructurales se juega el Largo Plazo de su Gobierno. Debe de ponerlas en el centro de la Cuenta Publica, y sería esperable que anuncie plazos concretos más allá de aludir a “adelantar al tercer trimestre” el debate legislativo sobre la Reforma Previsional o la Tributaria. La necesidad de “cruzar el río” en estos ámbitos será un desafío importante, en términos que probablemente le sea menos difícil conseguir votos de Oposición que de algunos núcleos duros de sus propias coaliciones de apoyo. Estos procesos serán necesariamente complejos, y el Presidente necesita recuperar apoyo y talante gubernamental. No puede continuar cometiendo errores no forzados, ni él ni su Gabinete.
En esa condición, no solo este Gobierno es el que inaugura una nueva generación en el poder, con todo lo bueno y malo que ello acarrea, sino que además presenta el fuerte desafío de gobernar sin el capital de experiencia que las generaciones anteriores han acumulado desde la década del 80 del siglo pasado y la transición. De esa forma, esta Cuenta Publica es fundamental para recuperar la brújula y el control de su Gobierno, que es vapuleado día tras días por eventos trágicos frente a los que hasta ahora no parece haber podido encontrar respuesta.
Publicada en El Mercurio.