- Doctor en Historia, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, Chile, 2012.
- Magíster en Historia, Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.
- Licenciado en Humanidades, Ciencias de la Comunicación y Ciencias de la Educación, Universidad Adolfo Ibáñez.
- Periodista y Profesor, Universidad Adolfo Ibáñez.
El diario La Unión, una ventana al siglo XIX y XX
Gonzalo Serrano
La Pontificia Universidad Católica de Valparaíso ha dado una excelente noticia a la región al poner en su página web, a disposición del público general, La Unión de Valparaíso, una de las tantas joyas que resguarda su excelente colección bibliográfica.
El diario La Unión, fundado en 1885, apareció como una alternativa a los lectores del puerto, que llevaban décadas acostumbrados a tener El Mercurio de Valparaíso como principal referente. En ningún caso, el único.
Desde la llegada de la imprenta, los pasquines, periódicos y diarios brotaban como callampas con el sueño de perdurar en el tiempo. Por dar algunos ejemplos, solo en el mismo año que surgió La Unión, se publicaron El Polo de Cauquenes, El San Lunes de Santiago, El Desierto de Chañaral, La Independencia de Coquimbo, La Palanca de La Unión, El Cachapoal de Peumo, El Times y el Taller Ilustrado de Santiago, El Elquino de Vicuña, El Colono del Angol, El Limachino de Limache, por nombrar solo algunos.
También en 1885, nacieron en Valparaíso la Revista de Marina, El Nacional y La Minería (ambos de corta vida). Junto a ellos, apareció El Murciélago, un “periódico teatral” que, entre sus páginas, tenía un recuadro de “Recomendaciones útiles” en las que aseguraban que el uso de la mostaza aumentaba la memoria y que “la mujer que habla mucho trabaja poco”.
En este contexto, apareció La Unión. Su gran promotor fue el sacerdote Juan Ignacio González Eyzaguirre, que convocó a un grupo de laicos para tener un diario regional que apoyara las ideas católicas y al partido conservador.
Eran otros tiempos para Valparaíso. Recién consolidado el triunfo de Chile en la guerra del Pacífico, existía una incesante actividad portuaria que se sumaba a una activa industria local y a los inmigrantes que habían decidido radicarse en el puerto.
Por esta razón, La Unión, aunque nació para competir con El Mercurio de Valparaíso, podía coexistir con el decano de la prensa chilena. Ambos lograban compartir un pedazo de la gran torta publicitaria de empresas que estaban interesadas en promocionar sus productos. Así queda en evidencia cuando uno revisa los primeros números de este diario.
En las primeras páginas de la Unión, se puede corroborar la actividad febril del puerto. Figuran los anuncios de los vapores que llegaban y salían de esta costa. A eso se sumaban los clásicos avisos económicos: Seguros contra incendios, fábrica de licores, té (“los legítimos y puros”, como rezaba su anuncio); libros y poesías y avisos de alojamiento (Aquí destaca el anuncio de la apertura del Hotel Viña del Mar de Guillermo Lüttges).
El fuerte del nuevo diario, sin embargo, eran las noticias del puerto. Entre los rumores que circulaban, figuraba la visita del presidente Domingo Santa María a la hacienda de Benjamín Vicuña Mackenna ubicada en Colmo; se denunciaba la quema de basura a la orilla del camino del cerro Florida y se informaba la triste noticia de haberse encontrado en el mar el cadáver de un párvulo nacido antes de tiempo.
Consecuente con su línea editorial, otras informaciones tenían relación con las actividades de algunos presbíteros y del Club Conservador, además de otras notas relacionadas con leyes y decretos.
Aunque El Mercurio de Valparaíso durante la primera mitad del siglo XIX dio cabida a noticias relacionadas con el mundo obrero y los gremios, fue La Unión el que se consolidó como un diario más popular. Por esta razón, 36 años después de su fundación, surgiría La Estrella de Valparaíso a disputarle un espacio de este público lector.
El 11 de septiembre de 1973 marcó el final abrupto de La Unión. Pese a que las razones fueron políticas, la decadencia económica del puerto haría insostenible la existencia de nuevos periódicos. A fines de los noventa, lo intentó El Expreso, sin mayor suerte. Habían desaparecido los grandes auspiciadores y mermado de manera drástica los lectores.
En buena hora, la Pontificia Universidad Católica sigue la línea de otras universidades que estamos digitalizando los archivos para que todos puedan acceder de forma democrática al conocimiento. La Unión y sus primeros números son una ventana que nos permite asomarnos a un Valparaíso que cada vez nos resulta más lejano.
Publicada en El Mercurio de Valparaíso.