Diez razones por las que esta elección está decidida

16 de Septiembre 2017 Columnas

Esta elección tiene un final conocido. Tal como ocurrió en 1989, tal como ocurrió en 1993, tal como ocurrió en 2013, a pocos les caben dudas sobre quién será el próximo inquilino de La Moneda.

Y si bien es un lugar común rescatar la vieja frase del ex premier británico Harold Wilson “una semana en política es mucho tiempo”, faltando dos meses para las elecciones nada hace presagiar que una ráfaga inesperada pueda cambiar la dirección de la veleta.

Diez son las razones por las que está elección está decidida en favor de Sebastián Piñera. Al analizarlas, cabe recordar a Maquiavelo, que decía que un político tiene que tener virtudes propias pero también tiene que tener suerte. Esta vez, a Piñera “se le ha dado” todo.

1- Baja aprobación del Gobierno. Mucho se ha escrito sobre cuánto incide la popularidad de los gobiernos en las candidaturas oficialistas. Y si bien una alta popularidad no es fácil de traspasar (tal como le ocurrió a Bachelet en su primer mandato), la baja popularidad se transforma en un pesado lastre. Y el 21% de aprobación que muestra la encuesta CEP es lapidario.

2- El quiebre de la Nueva Mayoría . Una cosa es enfrentarse a la baja popularidad presidencial y otra cosa es enfrentarse a una coalición de gobierno cuyos papeles siguen en regla pero cuyo lecho conyugal ya no se comparte. Las dos candidaturas -Guillier y Goic- son la expresión de que el ánimo societario, después de 30 años, está terminado. Y eso incide en sus votantes.

3- Las “dos almas” de la izquierda. La aparición del Frente Amplio tiene a la candidatura de Guillier en una completa indefinición. Faltan dos meses para la elección y todavía no sabemos si representa a un mundo más de centro o más de izquierda que el actual gobierno. Hoy Guillier ha quedado entre dos fuegos. Y de ahí no ha podido salir.

4- Guillier, la apuesta fallida: Andrade dijo que a Guillier había que ponerle ideas. Girardi dijo que era un “castigo”. La verdad es que después de haber entusiasmado con su popularidad y en la cual en enero alcanzó a Piñera, su rodada no ha parado. Y quienes se cuadraron con él como el “candidato distinto” (similar a lo que fue Golborne para la derecha) se han dado cuenta que la apuesta simplemente no funcionó.

5- El “coitus interruptus” de la DC. Existe un grupo de la DC que insistió en bajarse de la retroexcavadora. Son los que impulsaron a Goic, para deshacer una coalición con el partido comunista que nunca debió existir. Pero la candidatura de Goic no ha querido romper un solo huevo ni se ha entendido bien la bandera que quiere enarbolar. De esta forma, terminó siendo -a propósito de las fiestas patrias- ni chicha ni limonada.

6- El derrotismo de la NM. Se ha hablado de que en Chile Vamos hay triunfalismo. Pero la verdad es que lo que realmente hay es derrotismo en la Nueva Mayoría. No hay un solo dirigente que crea que de verdad se puede ganar la elección. Y para un sector mayoritariamente agnóstico apelar a un milagro no es posible. Dado esto, es posible que lleguemos a noviembre con una disputa estrecha con Beatriz Sánchez, por la pelea del segundo lugar, pero con menos de la mitad de los votos de Piñera.

7- La valorización de la parca roja. El eje de la elección anterior fue la discusión del modelo. Se hablaba de los abusos, del lucro y de los movimientos sociales. Hoy el eje cambió y los temas han vuelto a ser los de siempre. Con un agregado: la salida de Valdés volvió a poner en el tapete el crecimiento: y en ese eje no muchas dudas de que Piñera es el que gana. La Parca Roja, símbolo de la gestión y la eficiencia es, sin duda, un gran activo para esta elección.

8- Inefectividad de la contracampaña: El gobierno y la Nueva Mayoría hicieron un gran esfuerzo por levantar la vieja bandera de los conflictos de interés de Piñera. Y el resultado está a la vista… La última encuesta CEP determinó que Piñera es el “más honesto y más confiable”. Son las paradojas de la vida, pero que demuestran que la estrategia fue inefectiva. Tan inefectiva como fue el intento del gobierno anterior de atacar el liderazgo de Bachelet como consecuencia del 27F.

9- La “montonera” en orden. A diferencia de lo que ha ocurrido en la Nueva Mayoría, en Chile Vamos ha primado la paz. La vieja montonera, bautizada así por Jarpa, parece haber dejado de existir. Por una parte es evidente que la perspectiva de poder aglutina, tal como le ocurrió a la Nueva Mayoría con Bachelet. Pero por otra parte, se observan miradas bastante convergentes entre sus miembros. El caso más paradigmático fue la discusión del aborto, donde nadie se movió de la foto y terminaron votando todos juntos en el ultraconservadurismo. Sin matices.

10- Quién vota con voto voluntario. De acuerdo a todas las estimaciones, el “votante probable” coincide exactamente con quien vota por Piñera. En efecto, las mujeres votarán más que los hombres. Los viejos más que los jóvenes. Los segmentos socioeconómicos altos más que los segmentos socioeconómicos bajos. La gente de regiones más que los de Santiago. En todos esos componentes Piñera tiene sus principales fortalezas. La paradoja es que Piñera se transformó en el gran beneficiado del voto voluntario.

Publicado en El Mercurio.

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