Señor director:
Se ha desarrollado en sus páginas un interesante debate relativo a la gestión de la Defensa y al rol del Ministerio de Defensa. Se han planteado versiones relativas a perfeccionar los sistemas administrativos de gestión superior, pero sobretodo se ha enfatizado una visión orientada a una mirada reductivista y reactiva, centrada en contener problemas relevantes pero cuya atención surge más bien como consecuencia de escándalos o fallas coyunturales.
Las referencias desarrolladas por los Sres. Thauby y Tavolari proponen una visión más adecuada, con una mirada amplia centrada en los desafíos básicos de las misiones y visiones en defensa. Muchas propuestas administrativas, como el sistema de financiamiento no pueden tener lugar si no hemos definido de forma previa las misiones de las Fuerzas Armadas y la precisión de las acciones que esperamos de ellas. Hace cuatro años se depositó una propuesta de Estrategia de Seguridad en el Senado. Se trata de un documento controversial y respecto al cual caben muchos comentarios; no todos positivos, pero al menos se trata de un comienzo en una dirección gruesamente correcta. La actual administración no ha avanzado en proveer luces en este crítico aspecto.
Como sugieren las cartas antes referidas, así como la del Sr.Aldunate, todas las necesidades presentadas son relevantes, pero el orden y contexto en que han de ser desarrolladas solo puede adquirir coherencia cuando se definan los documentos superiores relativos a la Defensa, dentro de los cuales una Estrategia de Seguridad resulta fundamental y un punto de partida que no puede soslayarse.
Publicado en
La Tercera.