De incertezas y crispación

17 de Octubre 2021 Columnas

La política “no es solo confrontación entre gobierno y oposición, o entre partidos políticos y candidatos de distintas posiciones”, advirtió en esta convulsionada semana el Presidente Sebastián Piñera, quien además habló de un estado de “crispación” de la política nacional.

Y efectivamente pareciera ser así, pues el panorama aparece convulsionado: la acusación constitucional contra Piñera que podría concluir en que no termine su mandato; los debates presidenciales que han dejado más temas abiertos que cerrados; la economía que no da tregua; la convención constitucional que intenta generar certezas, pero a la vez apunta a la incertidumbre con dichos como los de su vicepresidente, Jaime Bassa, respecto de la duración del próximo periodo presidencial. Y, por si fuera poco, el segundo aniversario del estallido social y el primero sin confinamiento, ha abierto una nueva disputa pública entre quienes hablan de “celebración” de un momento “refundacional” y los que, por el contrario, prácticamente lo consideran una muestra patente de la debacle del país.

Todo lo anterior ha determinado que Chile se encuentre hoy en un instante de incertidumbre, de polarización, quizás en alguna medida típicas de un año electoral, pero aderezadas esta vez con otros elementos que le dan un toque de inseguridad a muchos y de desconfianza a otros.

Aquello se manifiesta claramente en las encuestas que adelantan lo que podría suceder el 21 de noviembre en la primera vuelta presidencial. Faltando un mes para los comicios, lo cierto es que ningún candidato se alza como seguro.

De hecho, la encuesta Cadem plantea en estos días que Gabriel Boric (Apruebo Dignidad) sigue liderando la consulta, pero apenas con un 21% de las preferencias. Mientras, en segundo lugar, arremete José Antonio Kast (Partido Republicano), con un 18% en la última medición y con un alza de 11 puntos desde julio, lo que le ha permitido superar al otro abanderado de la centroderecha, Sebastián Sichel (Chile Podemos Más), que –en el mismo periodo- ha caído 14 puntos, situándose en el cuarto lugar, por detrás de Yasna Provoste, que se instala en el tercer puesto con un 13% de las preferencias.

En la misma medición, casi un 30% advierte que no votaría por ninguno de los candidatos, no sabe o no responde. A un mes de la elección, el porcentaje de consultados que no apuesta por ninguno de los postulantes en oferta es superior incluso al mejor posicionado.

Esto contrasta, por ejemplo, con la realidad que –a esta misma altura del año- vivíamos para la elección pasada. De acuerdo a la misma encuesta, el 10 de octubre de 2017, el abanderado de entonces Chile Vamos, Sebastián Piñera, aparecía en un cómodo primer lugar, con 45% de las preferencias, mientras el candidato de la Nueva Mayoría, Alejandro Guillier, aparecía muy por debajo, con un 21% de las menciones. Más atrás se instalaba la líder del Frente Amplio, Beatriz Sánchez, con 14 puntos y luego José Antonio Kast, Carolina Goic y Marco Enríquez-Ominami.

En esa consulta, apenas un 11% no manifestaba preferencia alguna.

Ahora, cuatro años después, la incertidumbre reina y eso se materializa en el respaldo a los presidenciables, más aún cuando ellos mismos no colaboran en esclarecer el panorama. Sucede con Boric y las dudas que produce su inexistente romance con los números y la economía, su poco resuelta relación con el PC y la desaparición de su programa desde su página web.

Pasa también con Kast y su subida como la espuma, que –al igual que las burbujas- puede derrumbarse en cualquier momento, en tanto y cuanto no logre convocar a los votantes más de centro.

Sucede con Sichel y las acusaciones en su contra, que amenazan peligrosamente con convertirse en una lápida para su candidatura. En realidad, el abanderado de Chile Podemos Más ha pasado más tiempo esta semana intentando aclarar el financiamiento de sus campañas, que refiriéndose a sus propuestas para Chile. Y en política, el que explica, se complica.

En cuanto a Yasna Provoste, la senadora parece más enfocada en definir quién es su adversario y pegarle adecuadamente, que en propuestas de fondo y claras para un país en extremo convulsionado.

La actitud que tengan los postulantes a La Moneda en este último mes de campaña será definitoria, pero deben encontrar su norte. Y este no debiera ser otro que plantear propuestas claras, factibles y a tono con lo que pide la ciudadanía. Esa será la única forma de convencer a ese 30% de volubles votantes. Un grupo que –dados los números actuales- puede inclinar la balanza hacia cualquier parte.

Publicada en El Mercurio de Valparaíso.

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