Señor Director:

Ante la sorpresa de los destacados economistas Eduardo Engel y Andrea Repetto frente a las opiniones que expresara Rodrigo Vergara, me declaro también sorprendido.

Para ellos, quien fuera presidente del Banco Central hace tres meses “debiera tener una participación más ponderada en la discusión pública, distanciándose de posiciones partidistas. Si a tan poco tiempo de dejar su cargo critica injustamente a quien fuera su principal contraparte en la conducción macroeconómica, despierta suspicacias sobre la ecuanimidad que tuvo al dirigir con autonomía la política monetaria”. El llamado de los economistas a “no enturbiar la discusión” se sustenta en lo que consideran un supuesto debilitamiento de la institución del Banco Central.

Es comprensible y sano que haya diferencias entre economistas, más aún si recordamos que Engel y Repetto participaron con entusiasmo apoyando las grandes reformas de la Nueva Mayoría. Por eso no debe sorprendernos que consideren las críticas al ministro de Hacienda como “injustas”. Pero lo que sí resulta sorprendente e incomprensible es que ambos economistas, como se desprende de sus palabras, levanten sospechas sobre la actuación de Vergara como presidente del Banco Central. Esto sí que debilita la institucionalidad del Banco Central, cuestionando, de paso, la independencia de su Consejo.