La crianza es maravillosa pero también demandante. Por esto, el trabajo fuera de casa, el colegio, la plaza, los abuelos son espacios que nos permiten respirar y cambiar la sintonía cuando lo necesitamos. Pero en el contexto actual de cuarentena obligatoria, estos espacios se limitan y criar en este contexto se vuelve un gran desafío. Una de las grandes preocupaciones en torno a la salud mental, esta puesta en el agotamiento o burnout parental. Éste se presenta cuando hay altos niveles de estrés y no contamos con suficientes recursos para hacerle frente.
Las señales que nos deben alertar son el sentirnos muy agotados física y emocionalmente, sentir que estamos funcionando en piloto automático, desconectados emocionalmente de nuestros hijos/as y no disfrutar estando con ellos. Esto nos puede llevar a que estemos menos regulados para hacer frente a las demandas propias de la crianza, y en este sentido la investigación ha mostrado que el burnout parental se asocia a diferentes tipos de maltrato infantil.
Frente a este panorama el Consorcio Internacional de Investigación del Burnout Parental (IIPB) ha dado a conocer algunos consejos que buscan evitar el agotamiento parental durante la cuarentena. Entre estos consejos, recomiendan el confiar en uno mismo como madre/padre, te has adaptado a tantas cosas que porqué no podrías con esta. Ser flexible y elegir nuestras peleas, no podemos con todos los frentes. Es momento de cuidarnos unos a otros, llevar a la acción la coparentalidad y distribuir de manera equitativa las responsabilidades de la casa con nuestra pareja. Involucrar a nuestros hijos/as en las tareas del hogar y en planificar las actividades que tendrán (hay que favorecer cierta rutina, ya que eso les brinda seguridad).
Dejar de pretender que podemos con todo, a muchos nos gustaría ser padres/madres 100% disponible, suplir el rol de la maestra, ser igual de eficiente estando en casa que en la oficina… pero esto no es posible, no es sostenible en el tiempo y aumenta el riesgo de burnout parental. Elige, y acepta que al elegir renunciarás a algunas cosas. Que tus hijos estén en casa no significa que debes estar jugando con ellos todo el tiempo, prioriza momentos de calidad con ellos.
Por último, a veces nos sentiremos desbordados, y es normal, en esos momentos respira profundamente, tómalo calma, recuerda que este es solo un periodo y que hoy más que nunca eres su base segura y te necesitan ahí, completa/o, bien contigo para estar bien con ellos. Pero si aún así sigues sintiéndote asfixiado y que no puedes con todo, llama a un profesional de la salud mental, psicólogos y psiquiatras sabemos que este es un periodo de alta vulnerabilidad y estamos para apoyarte.
Publicada en
La Segunda.