Cinco escenarios para el 2020

29 de Diciembre 2019 Columnas

A estas alturas, Yolanda Sultana debe estar con más trabajo que nunca. Sobre todo, porque en la vida política nacional, los próximos dos años estarán llenos de decisiones, que tendrán al país en un estado de nerviosismo digno de la mejor película de suspenso. Porque prepárese: entre abril próximo y marzo de 2021, habrá la no despreciable suma de 7 definiciones en las urnas y al menos 17 papeletas que deberán ser rellenadas.

En particular, en 2020, bajo el manto de las movilizaciones ciudadanas –que, si bien han disminuido, no están muertas-, la historia comenzará en abril con el plebiscito que definirá si se iniciará o no el proceso para una nueva Constitución y la forma en que este se realizará. Luego, vendrán las primarias en junio, para continuar en octubre con las elecciones de gobernadores regionales, alcaldes, concejales y delegados constituyentes.

Entre medio, habrá varios escenarios a los que habrá que poner atención.

#Escenario 1: estallido social. Si bien durante diciembre, la navidad y el viejo pascuero han puesto paños fríos a las protestas y también a la violencia, lo cierto es que en enero podría haber un recrudecimiento. Sin embargo, cuando la situación podría volverse más compleja es en marzo: la conmemoración del 8M, el Día de la Mujer, y del Día del Joven Combatiente, el 29 de marzo, probablemente serán las jornadas más álgidas en términos de movilización ciudadana y de actos violentos. Y en la medida que se acerque el plebiscito del 26 de abril, el enfrentamiento político entre el Sí y el No podrían dar pie a que la situación en la calle no sea fácil.

#Escenario 2: plebiscito. La consulta ciudadana será también un punto al que poner atención, porque habrá elementos que podrían cambiar el rumbo de las cosas. Primero, la legitimidad que tendrá el proceso a partir de la participación ciudadana, es relevante. No será lo mismo si la participación es de un 80%, que si apenas llega al 46%, como sucedió en la pasada parlamentaria y presidencial.

Tampoco se puede descartar que se imponga el No y que el escenario violento en las calles recrudezca. Basta recordar que en la pasada encuesta CEP, de mayo de este año, la reforma constitucional apenas se ubicaba en penúltimo lugar entre los problemas a los que el gobierno debía poner atención, con un 3% de las menciones. Si bien es cierto, en la pasada consulta en algunas comunas del país, un 91% se mostró a favor del cambio, la última Cadem de diciembre mostró que solo un 16% considera que la modificación constitucional es relevante, ubicándola mucho más abajo que salud, empleo, pensiones o educación.

#Escenario 3: gobierno. Hasta ahora, el manejo –y el negacionismo- que el gobierno ha tenido de la molestia ciudadana y de las movilizaciones han sido cuestionados desde diversos sectores, lo que ha detonado que en la última encuesta Cadem apenas un 13% respalde la gestión gubernamental. Las marchas y la violencia continuarán poniendo en tela de juicio la capacidad del Ejecutivo para mantener el orden, pero también para liderar y comunicar adecuadamente propuestas que levanten su alicaída imagen. Cómo leer a la calle, pero también a quienes piden más seguridad, será la misión para el Presidente Piñera y su gente, en un año que estará marcado por las consecuencias del estallido social, con altas tasas de desempleo y una incertidumbre que no dará tregua.

#Escenario 4: oficialismo. Cómo sobrevivir a la discusión por la nueva Constitución será la interrogante para Chile Vamos. Con una división inminente entre RN –que en su mayoría están de acuerdo con la gestación de una Nueva Carta Fundamental- y la UDI, con una negativa profunda a este cambio y con la sensación permanente de que el gobierno los ha dejado de lado, la pregunta es si el oficialismo logrará mantenerse unido en pos de apuntalar a un gobierno que no la tendrá fácil. Esto, mientras se acercan las presidenciales de 2022, sin liderazgos nítidos, con negociaciones por cupos electorales que no darán tregua y con el estallido social presente.

#Escenario 5: oposición. Si alguien puede pensar que en un escenario de movilizaciones y un gobierno que tambalea ante la opinión pública, la oposición está capitalizando el descontento, está muy equivocado. La misión para los partidos de la ex Nueva Mayoría y para el Frente Amplio será precisamente esa: ante una ciudadanía que tampoco los evalúa bien, cómo sobrevivir y pensar en la presidencial de 2022, al igual que en el caso del oficialismo, sin liderazgos nítidos y con un cuestionamiento permanente de parte de la calle.

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