Chile es un laboratorio natural privilegiado, que esconde respuestas a algunas problemáticas aún no resueltas, como el calentamiento global o el desarrollo sostenible. Esa ventaja nos compromete a explorar y trabajar en un plan de crecimiento sustentable. Precisamente debido al inmenso tamaño y su complejidad, las imágenes y los datos generados desde las Ciencias del Espacio y de la Tierra, gracias a instrumentos de clase mundial como nuestros observatorios o el monitoreo satelital, convierten a Chile en un potencial líder en el Data Science o ciencia de los datos, que podría ser la llave maestra para un desarrollo sostenible.
Replicando los mecanismos y lógicas de almacenamiento, clasificación, búsqueda y análisis de datos, junto con la irrupción de tecnologías de alto desempeño, podemos hoy estudiar virtualmente múltiples escenarios y prototipar sus posibles soluciones, proveyéndonos así de mejores respuestas, de mejores decisiones y, indudablemente, de nuevos desafíos. La digitalización es en sí la piedra angular para conceptualizar, diseñar, implementar y operar cualquier sistema inteligente con miras a garantizar su propia sostenibilidad.
Hace un año, los ministerios de Economía y de Ciencia y Tecnología llamaron a la creación del Data Observatory, fundación sin fines de lucro que espera convertirse en un repositorio nacional de datos que atiendan las necesidades científicas y de diversos sectores productivos: un motor de desarrollo que proveerá información confiable y exacta para la planificación y toma de decisiones, y que incluso podría contribuir a modelos predictivos ante catástrofes, o ante problemas como la sequía.
En una colaboración inédita que reúne al sector público, la industria y a la academia, al Data Observatory se suman Amazon Web Services y la U. Adolfo Ibáñez , en un modelo que espera añadir en este primer semestre a socios estratégicos, ya sea como inversionistas o bien que compartan megabases de datos, supercomputadores y otro tipo de infraestructura tecnológica.
La complejidad y multidimensionalidad de los desafíos de la humanidad requieren de la colaboración de varios actores y de la transparencia de los mismos hacia la sociedad. Si bien no es tan novedosa en países reconocidos por su capacidad de innovación, como Suecia o Australia, esta forma de cooperación es la que llevará a nuestro país a una espiral virtuosa de desarrollo sostenible.
El Data Observatory espera democratizar el acceso y uso de los datos para potenciar la formación de capital humano experto, promover la investigación y el desarrollo de sectores como la acuicultura, la minería, la energía y la agricultura, haciendo de los datos un bien público y patrimonio nacional, aprovechando las áreas en las que Chile tiene buenas posibilidades como campo de entrenamiento. Así, el Data Observatory podría ubicar a futuro a Chile como capital del Data Science.
Publicado en La Segunda