¿Brillará el sol en la DC?

11 de Marzo 2017 Columnas Noticias

“Sin darse cuenta, la DC está debatiendo una de las decisiones más relevantes de su historia. Ir o no a la primera vuelta de las elecciones presidenciales…”

La Democracia Cristiana se encuentra a esta hora debatiendo su futuro en el Círculo Español. El encuentro se debe haber iniciado con una profusión de “abrazos fraternos” tan propios de los demócratas cristianos y -lo más novedoso- se deben haber escuchado gritos “¡se siente, se siente, Goic presidente!”.

Sin darse cuenta, la DC está debatiendo una de las decisiones más relevantes de su historia. Ir o no a la primera vuelta de las elecciones presidenciales. Esa decisión va mucho más allá de una mera estrategia electoral, es una definición de identidad. Es “ser o no ser”, como nos recuerda una de las citas más famosas de la literatura.

Después de haber pasado estos últimos cuatro años buscando encontrar cómo pecar sin tener remordimientos (como esa distinción de que la Nueva Mayoría no era una coalición sino que un acuerdo político-programático) y donde los matices pasaron a formar parte central de su accionar político, hoy algunos de sus connotados militantes han buscado ir más allá y jugarse por ir a primera vuelta. Se trata de un paso osado, porque en la práctica significa romper la Nueva Mayoría.

Pero a excepción de Mariana Aylwin y algunos otros, la mayoría de quienes han planteado la conveniencia de ir a primera vuelta lo han hecho enarbolando más la bandera de la conveniencia electoral que la de los principios. Y el verdadero elemento que se debería resolver -y que probablemente no se haga hoy- es si es legítima una alianza de gobierno con el Partido Comunista.

Comunistas y demócratas cristianos son muy distintos. Unos leen a Marx, los otros a Maritain. Unos explican la historia con el “materialismo dialéctico”, los otros con la “Divina Providencia”. Unos creen en el Manifiesto, los otros en la Doctrina Social de la Iglesia. Unos y otros son enemigos en el mundo (la única excepción es Uruguay, donde el Partido Demócrata Cristiano es insignificante). Y la Democracia Cristiana Internacional es, en el fondo, una agrupación de partidos de centroderecha.

Es entendible que la DC en Chile no quiera formar parte de una coalición con la derecha por haber apoyado la dictadura de Pinochet y porque en algunas cosas la derecha chilena está a la derecha del mundo. Pero la paradoja es que son socios de quienes hoy defienden atrocidades en el mundo. El Partido Comunista gobierna en países donde no existe democracia, donde las libertades públicas son atropelladas y donde el desarrollo económico está asfixiado. Es evidente que no se comen a las guaguas, pero donde gobiernan al menos se comen la democracia.

Los discursos en la junta deben estar transcurriendo unos tras otros en estos momentos, mostrando toda clase de matices. Pero el problema más de fondo de la DC es que sus militantes son más de izquierda que sus votantes. Ello explica que desde 1989 hasta ahora hayan perdido 800 mil votos, la mayor parte de los cuales han ido a la derecha. Y ello explica que probablemente la DC decida hoy participar en la primaria o al menos chutear la decisión para más adelante. Que hoy salga un quiebre sería a todas luces sorpresivo.

Lo que sí se va a zanjar hoy es que al fin la DC tendrá un candidato. Más bien una candidata, que genera tan poco rechazo como poco entusiasmo. Pero que representa a la DC profunda, aquella que se siente cómoda con los sectores más de izquierda. Una candidata que fue desde el principio entusiasta con Bachelet y con propia Nueva Mayoría, pero que tiene -al mismo tiempo- un envoltorio moderado y amistoso. De cara a una primaria, no parece tener opciones. Guillier está demasiado bien posicionado y pese a sus signos de estancamiento no parece tener ninguna opción (Goic) de destronarlo.

La DC se juega hoy su futuro y es probable que se equivoque. Que busque un nuevo eufemismo para seguir adelante. Para que todo siga igual. Lo que no ponderará es que, si ese es el caso, el sol dejará de seguir brillando y la lenta agonía continuará sobre el que alguna vez fue el principal partido de Chile.

Contenido relacionado

Redes Sociales

Instagram