Artes Liberales en una sociedad democrática

19 de Octubre 2017 Columnas

Las “artes liberales” contemplan el estudio integrado de diversas disciplinas – filosofía, literatura ética, entre otras – cuya principal preocupación es la comprensión del ser humano tanto en su relación con los otros como en su vinculación con las problemáticas fundamentales que definen nuestra experiencia: el libre albedrio, la justicia, el bien humano, la naturaleza de la verdad, la tensión entre el orden colectivo y las pasiones individuales, entre otras.

¿Por qué “liberales”? Porque el propósito último de esta formación apunta a que la persona pueda pensar con libertad; es decir, sobre la base de sus propios argumentos y juicios. Esta es la libertad fundamental a que toda persona debiera aspirar en una sociedad democrática cuyos ciudadanos son capaces de deliberar racionalmente y determinar por sí mismos su proyecto de vida, tanto a nivel individual como colectivo. La formación en artes liberales se define en función de este objetivo esencial y he ahí, precisamente, su principal valor en el mundo de hoy.

En la actualidad necesitamos profesionales que, además de tener una sólida formación en su área, sean también ciudadanos responsables, conscientes de su libertad y preparados para usar de manera constructiva este preciado bien. Por cierto, la forma de lograr esto no está escrita en ningún manual ni se desprende de ninguna doctrina; sin embargo, una discusión abierta en torno a las ideas de Platón, Shakespeare o Hannah Arendt puede darnos valiosas lecciones al respecto. Tal es la convicción sobre la cual se sustenta el Core Curriculum de la Universidad Adolfo Ibáñez, recientemente incorporado a nuestro modelo educativo con el objeto de fortalecer la formación en artes liberales, que desde hace más de 15 años la UAI ofrece a sus estudiantes.

A partir de la lectura de obras centrales del pensamiento occidental y de una metodología basada en preguntas de análisis y discusión, con grupos de máximo 23 alumnos, las asignaturas de nuestro Core Curriculum buscan, por sobre todo, estimular el pensamiento, la capacidad reflexiva y la autonomía intelectual de los estudiantes. Estas metas no sólo enriquecen la vida académica, devolviéndole su sentido y espesor original, sino que además constituyen elementos imprescindibles para el desarrollo y sostenimiento de una sociedad democrática.

Publicado en La Segunda.

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