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A propósito del uso de smartphones en los colegios

Hay estudios que señalan que prohibir el uso de smartphones en los colegios puede tener varios beneficios, tanto para los estudiantes como para el ambiente educativo en general.
Francisca Pérez

Francisca Pérez


Doctora en Psicoterapia, Pontificia Universidad Católica de Chile y Universidad de Heidelberg.

De acuerdo con los datos publicados la semana pasada por la Encuesta Cadem, el 82% de los/as chilenos/as cree que deberían prohibirse los teléfonos en los colegios. Junto con esto el 91% de los consultados en el estudio piensa que el uso de teléfonos favorece el ciberacoso. El estudio Kids Online, desarrollado por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE UC) de la Universidad Católica y el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, en colaboración con el Centro de Innovación del Ministerio de Educación y UNICEF, en el que se encuestó a más de 3 mil niños, niñas y adolescentes de 131 establecimientos del país señaló que el uso del celular con Internet se adelantó a los 8,9 años, creciendo su uso para tareas escolares y aprender cosas que les gustan. El 87% de los niños, niñas y adolescentes encuestados informó tener un teléfono celular propio con acceso a Internet. Los grupos etarios que más incrementaron su acceso fueron los niños y niñas de 0 a 5 años, quienes pasaron de un 2% en 2016 a un 9% en 2022, y los de 6 a 9 años, que aumentaron del 30% en 2016 al 49% en 2022. En cuanto al acceso según nivel socioeconómico, aunque se reduce la brecha entre el sector alto y el bajo, éste todavía persiste: mientras que el 92% de los niños y niñas del sector alto acceden a un celular con Internet, en los sectores bajo y medio estas cifras son del 88% y 83%, respectivamente.

Sin duda que la pandemia contribuyó con estas cifras, ya que, en momentos de cuarentena, contar con un dispositivo con Internet se volvió fundamental para poder sostener los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero hoy, dos años después del cese oficial de esta, es necesario que no replanteemos los efectos de estos dispositivos en la vida de nuestros niños, niñas y adolescentes. Hay estudios que señalan que prohibir el uso de smartphones en los colegios puede tener varios beneficios, tanto para los estudiantes como para el ambiente educativo en general. Mejora la concentración y el rendimiento académico, fomenta la interacción social, previene el acoso escolar y el ciberacoso, propiciando un ambiente más seguro y respetuoso, promueve hábitos saludables, como la reducción del tiempo de pantalla y mejora el sueño, fomenta la creatividad y el pensamiento crítico, y aumenta la participación en clases (Gajdics, Jagodics, 2022; Guevara Hernández, 2023; Wang y Zheng, 2020; e.o). Es así como la prohibición del uso de smartphones en los colegios puede crear un entorno de aprendizaje más productivo, seguro y saludable, beneficiando tanto a estudiantes como a profesores.

Si bien el acceso a los recursos digitales y a la tecnología en la educación es beneficioso en el proceso de aprendizaje, tanto para acceder a información como para el desarrollo de habilidades digitales, este debería estar garantizado por los mismos establecimientos, en espacios protegidos, de manera que se vele por un acceso equitativo y seguro.

Publicada en La Segunda.

A propósito del uso de smartphones en los colegios

Hay estudios que señalan que prohibir el uso de smartphones en los colegios puede tener varios beneficios, tanto para los estudiantes como para el ambiente educativo en general.

De acuerdo con los datos publicados la semana pasada por la Encuesta Cadem, el 82% de los/as chilenos/as cree que deberían prohibirse los teléfonos en los colegios. Junto con esto el 91% de los consultados en el estudio piensa que el uso de teléfonos favorece el ciberacoso. El estudio Kids Online, desarrollado por el Centro de Estudios de Políticas y Prácticas en Educación (CEPPE UC) de la Universidad Católica y el Centro de Investigación Avanzada en Educación (CIAE) de la Universidad de Chile, en colaboración con el Centro de Innovación del Ministerio de Educación y UNICEF, en el que se encuestó a más de 3 mil niños, niñas y adolescentes de 131 establecimientos del país señaló que el uso del celular con Internet se adelantó a los 8,9 años, creciendo su uso para tareas escolares y aprender cosas que les gustan. El 87% de los niños, niñas y adolescentes encuestados informó tener un teléfono celular propio con acceso a Internet. Los grupos etarios que más incrementaron su acceso fueron los niños y niñas de 0 a 5 años, quienes pasaron de un 2% en 2016 a un 9% en 2022, y los de 6 a 9 años, que aumentaron del 30% en 2016 al 49% en 2022. En cuanto al acceso según nivel socioeconómico, aunque se reduce la brecha entre el sector alto y el bajo, éste todavía persiste: mientras que el 92% de los niños y niñas del sector alto acceden a un celular con Internet, en los sectores bajo y medio estas cifras son del 88% y 83%, respectivamente.

Sin duda que la pandemia contribuyó con estas cifras, ya que, en momentos de cuarentena, contar con un dispositivo con Internet se volvió fundamental para poder sostener los procesos de enseñanza y aprendizaje, pero hoy, dos años después del cese oficial de esta, es necesario que no replanteemos los efectos de estos dispositivos en la vida de nuestros niños, niñas y adolescentes. Hay estudios que señalan que prohibir el uso de smartphones en los colegios puede tener varios beneficios, tanto para los estudiantes como para el ambiente educativo en general. Mejora la concentración y el rendimiento académico, fomenta la interacción social, previene el acoso escolar y el ciberacoso, propiciando un ambiente más seguro y respetuoso, promueve hábitos saludables, como la reducción del tiempo de pantalla y mejora el sueño, fomenta la creatividad y el pensamiento crítico, y aumenta la participación en clases (Gajdics, Jagodics, 2022; Guevara Hernández, 2023; Wang y Zheng, 2020; e.o). Es así como la prohibición del uso de smartphones en los colegios puede crear un entorno de aprendizaje más productivo, seguro y saludable, beneficiando tanto a estudiantes como a profesores.

Si bien el acceso a los recursos digitales y a la tecnología en la educación es beneficioso en el proceso de aprendizaje, tanto para acceder a información como para el desarrollo de habilidades digitales, este debería estar garantizado por los mismos establecimientos, en espacios protegidos, de manera que se vele por un acceso equitativo y seguro.

Publicada en La Segunda.