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Claves para el desarrollo socioemocional de los niños

Exalumna de Psicología conversó sobre su libro con el decano Jorge Sanhueza.

2 de mayo de 2019

La psicóloga y magíster de la UAI, Andrea Cardemil, presentó su libro “Vitaminas para el desarrollo socioemocional de los niños” en campus Viña del Mar, su tercera publicación en el área de la salud mental infantil.

El decano de la escuela de Psicología, Jorge Sanhueza, destacó que el texto tiene “una cantidad de aportes muy significativos para los papás y mamás. Entrega herramientas muy concretas que de verdad puede ayudar a mejorar la capacidad de contención y compresión parental para manejar la multiplicidad de desafíos que enfrentan el desarrollo de niños y niñas en nuestro país”, afirmó .

El punto de partida del libro fue comprender que “el desarrollo socioemocional es una experiencia dependiente. Es decir, se aprende de las relaciones con otros y ahí tenemos mucho que hacer como papás y cuidadores”, explicó la autora.

En este sentido, las vitaminas - elemento metafórico utilizado para describir las prácticas parentales nutritivas para los niños - se organizan en cuatro grupos: vitamina A, relacionada con el autoestima, autonomía y autocuidado; vitamina RE que hace referencia a la regulación emocional; vitamina C de regulación cognitiva; y, por último, vitamina HC que trata sobre las habilidades sociales.

Estas herramientas son útiles desde el momento en que los padres comprenden a sus pequeños e intentan dar soluciones acertadas a sus comportamientos, ya que si tengo una idea errada de lo que le pasa al niño, entonces actuaré de manera errada”, indicó Cardemil.

Uno de los temas tratados en el libro, y en el que las vitaminas pueden aportar, es la tolerancia de la frustración y el manejo del fracaso. En estas circunstancias de estrés, en donde no se cumplen las expectativas esperadas, se requiere “aprender a lidiar con lo que sentimos y, luego, integrar las experiencias como aprendizaje para tomar una decisión de cómo seguir adelante”, afirmó la psicóloga.

Así, en situaciones como estas, la vitamina RE aporta para que los papás se conecten con los hijos, regulando la emoción; la C ayuda a los niños a tener pensamientos más amistosos;  la vitamina A se centra en el refuerzo nutritivo; y la HC integra todas las anteriores, por ejemplo, en el momento en que los niños juegan.

Cardemil resaltó la importancia de entender que “la regulación es un proceso. No es algo de segundos, lo importante es llegar a un punto satisfactorio”. Por lo mismo, es una invitación de crecimiento para los papás, ya que “el desarrollo socioemocional de los niños está en nuestras manos y, por lo mismo, somos los primeros llamados a enfrentar nuestras frustraciones”, concluyó.

2 de mayo de 2019

La psicóloga y magíster de la UAI, Andrea Cardemil, presentó su libro “Vitaminas para el desarrollo socioemocional de los niños” en campus Viña del Mar, su tercera publicación en el área de la salud mental infantil.

El decano de la escuela de Psicología, Jorge Sanhueza, destacó que el texto tiene “una cantidad de aportes muy significativos para los papás y mamás. Entrega herramientas muy concretas que de verdad puede ayudar a mejorar la capacidad de contención y compresión parental para manejar la multiplicidad de desafíos que enfrentan el desarrollo de niños y niñas en nuestro país”, afirmó .

El punto de partida del libro fue comprender que “el desarrollo socioemocional es una experiencia dependiente. Es decir, se aprende de las relaciones con otros y ahí tenemos mucho que hacer como papás y cuidadores”, explicó la autora.

En este sentido, las vitaminas - elemento metafórico utilizado para describir las prácticas parentales nutritivas para los niños - se organizan en cuatro grupos: vitamina A, relacionada con el autoestima, autonomía y autocuidado; vitamina RE que hace referencia a la regulación emocional; vitamina C de regulación cognitiva; y, por último, vitamina HC que trata sobre las habilidades sociales.

Estas herramientas son útiles desde el momento en que los padres comprenden a sus pequeños e intentan dar soluciones acertadas a sus comportamientos, ya que si tengo una idea errada de lo que le pasa al niño, entonces actuaré de manera errada”, indicó Cardemil.

Uno de los temas tratados en el libro, y en el que las vitaminas pueden aportar, es la tolerancia de la frustración y el manejo del fracaso. En estas circunstancias de estrés, en donde no se cumplen las expectativas esperadas, se requiere “aprender a lidiar con lo que sentimos y, luego, integrar las experiencias como aprendizaje para tomar una decisión de cómo seguir adelante”, afirmó la psicóloga.

Así, en situaciones como estas, la vitamina RE aporta para que los papás se conecten con los hijos, regulando la emoción; la C ayuda a los niños a tener pensamientos más amistosos;  la vitamina A se centra en el refuerzo nutritivo; y la HC integra todas las anteriores, por ejemplo, en el momento en que los niños juegan.

Cardemil resaltó la importancia de entender que “la regulación es un proceso. No es algo de segundos, lo importante es llegar a un punto satisfactorio”. Por lo mismo, es una invitación de crecimiento para los papás, ya que “el desarrollo socioemocional de los niños está en nuestras manos y, por lo mismo, somos los primeros llamados a enfrentar nuestras frustraciones”, concluyó.