Filtantropía transnacional: ¿Cómo y cuánto se dona en el mundo?
CEFIS de la Escuela de Gobierno fue investigador asociado en estudio global de la Universidad de Indiana.
22 de diciembre de 2020
Un reciente estudio publicado por la Lilly Family School of Philanthropy de la Universidad de Indiana reveló que en el mundo se movilizan 68 billones de dólares en donaciones filantrópicas realizadas entre países para contribuir a solucionar problemas de orden mundial. Publicado a fines de octubre, el Global Philanthropy Tracker (GPT) 2020 es la representación más completa del alcance de la filantropía internacional.
El documento contiene los datos de donaciones filantrópicas que 47 países –que representan el 62% de la población del planeta, 85% del PIB global y el 22% de las economías a nivel mundial– realizaron durante 2018, sumando 68 billones de dólares en aportes de fundaciones, corporaciones e individuos a causas filantrópicas en otros países. El reporte evidencia el significativo rol de la filantropía privada a la hora de hacer frente a desafíos globales como educación, salud y pobreza, al mostrar que el monto total de donaciones equivale a la economía número 74 del mundo en términos de PIB.
El GPT clasifica la información de acuerdo a cuatro grupos de países: de ingresos altos, medios-altos, medios-bajos y bajos, entregando datos referentes a sus flujos de donaciones internacionales totales y también respecto al porcentaje del PIB de cada país. Mientras la mayoría de las donaciones son aportadas por países de los más altos ingresos (Estados Unidos y Reino Unido), hay aportes internacionales significativos por parte de naciones de ingresos medios-bajos y bajos, como Nigeria, Kenia y Tanzania.
Si bien el reporte reconoce y enfatiza el creciente rol que la filantropía privada tiene en propiciar la cooperación a nivel global y promover el bienestar humano –sobre todo en las áreas de pobreza, salud y educación –la información disponible es limitada: menos de 20 países presentan datos de relativamente alta calidad respecto a flujos de aportes filantrópicos, pero incluso para éstos, la información detallada es poca, ya que la falta de un marco de referencia y de seguimiento de datos es un problema global. De hecho, Dinamarca es el único país representado que tiene información alineada con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) planteados por las Naciones Unidas.
Filantropía transnacional y covid-19
Aunque el GTP no contempla números del 2020, sí hace referencia a la pandemia del Coronavirus y a cómo ésta ha movilizado al sector filantrópico durante el año. La respuesta global ante el covid-19 por parte fundaciones y grupos económicos importantes ha ayudado a agilizar la ayuda filantrópica en el contexto de la pandemia, reuniendo y distribuyendo billones de dólares, tanto para investigación, como para la emergencia en sí misma. Personas individuales han hecho lo propio a través de plataformas de crowfunding, aportando a campañas tanto locales como globales. De acuerdo con datos aportados por la ONG estadounidense Candid, durante el 2020 se han movilizado más de 16.5 billones de dólares en donaciones para hacer frente a la pandemia, a través de más de 20 mil donaciones, que han llegado a casi 15 mil organizaciones y causas alrededor del mundo. Las donaciones registradas provienen de entidades como Google, personas naturales como el fundador de Twitter, Jack Dorsey, fundaciones como la Rockefeller o la de Bill y Melinda Gates, la billonaria MacKenzie Scott y de empresas como BHP Billiton, Siemens, Phillips o Nike.
El alcance de las donaciones filantrópicas internacionales son un reflejo no sólo de la relación entre los países, sino también del espíritu humanitario de preocupación entre personas de distintas culturas, religiones y zonas geográficas. La crisis sanitaria y económica provocada por la pandemia, ha dejado en evidencia que la filantropía internacional es indispensable para enfrentar desafíos globales. Por lo mismo, los investigadores que participaron del GPT proponen 3 soluciones: la existencia de estándares internacionales para la recolección de datos en un contexto como el actual, que las organizaciones filantrópicas promuevan la transparencia y que se comparta información a nivel internacional, para que los gobiernos puedan optar a números concretos respecto a aportes filantrópicos globales.
El panorama chileno
Chile fue uno de los 18 países que entregó información adicional al GPT respecto de sus aportes transnacionales, en un documento elaborado por Magdalena Aninat, directora, y Rocío Vallespín, coordinadora de investigación del CEFIS UAI. A pesar de formar parte de las high-income economies (el grupo de mayores ingresos), Chile aporta apenas unos 3 millones de dólares a causas filantrópicas internacionales, posicionándose casi al final entre las naciones de su mismo grupo, por delante únicamente de Eslovaquia, Grecia, Croacia e Israel, y por debajo de países de ingresos considerablemente menores, como Nigeria y Kenia. En el panorama mundial, Chile se encuentra al nivel de Albania, que tiene un PIB nominal unas 20 veces menor al nacional y per cápita de un tercio del chileno.
Asimismo, el informe nacional constata que la legislación chilena, al ser compleja y fragmentada – 10 leyes para distintos ámbitos y más de 60 normas específicas – no permite tener una mirada holística en torno al concepto de filantropía como parte de un cuerpo legal integral. En consecuencia, tanto las donaciones que entran como las que salen del país están en una suerte de vacío legal, por lo que el SII ha establecido criterios que, al cumplirse, eximen de impuestos a las donaciones que entran al país. Más allá de la regulación, es difícil entregar un panorama de las donaciones transnacionales desde y hacia Chile, aunque un 2.6% de los donantes declara donar recursos hacia otros países o hacia donatarias en el extranjero, mientras que un 16.1% de las organizaciones filantrópicas chilenas admite recibir recursos de fondos internacionales, en su mayoría las relacionadas a la protección del medioambiente. Así, las investigadoras del CEFIS concluyen que Chile necesita integrar las donaciones internacionales a una nueva Ley General de Filantropía, equiparando las condiciones de las donaciones internacionales con las nacionales, y al mismo tiempo elevar los estándares de transparencia para las donaciones transnacionales.
En suma, los datos hechos públicos por el GPT evidencian que si bien los gobiernos siguen jugando un papel esencial en el desarrollo internacional, un conjunto de actores privados, provenientes de países en distintas etapas de desarrollo, están jugando roles cada vez más importantes en proveer infraestructura, proteger el medioambiente y promover el bienestar humano, y que frente a desafíos globales como la actual pandemia, es necesaria una mayor colaboración entre gobiernos, empresas y el sector filantrópico en todos los países.